Así es la vida. Empezamos a regañadientes un nuevo curso laboral, tras unas más o menos cortas vacaciones, con pocas ganas de hacer nada (prueba de ello es el abandono al que ha estado sometido este Blog), y nos encontramos de sopetón con una mala, muy mala noticia, aunque desgraciadamente, esperada.
Y es que nos ha dejado el gran WARREN ZEVON.
Ya hace casi un año anunció que tenía un cáncer de pulmón y que los médicos le daban apenas tres meses de vida. Pero el viejo borrachín luchó con todas sus ganas y pudo alargar esa prórroga al menos para terminar el que será su disco póstumo, The Wind, donde colaboran un buen grupo de cantantes que nunca ocultaron su deuda con él: desde SPRINGSTEEN a TOM PETTY, pasando por JACKSON BROWNE y el viejo DYLAN, y por supuesto, muchos más.
No, Zevon no era ningún santo, y ya desde que se asentó en Los Angeles tras dejar su Chicago natal, siempre flirteó con el alcohol y cualquier otro tipo de sustancia. Fue siempre consciente de que se estaba machacando a conciencia, o al menos fue consciente de que aquel modo de vida le trajo este modo de irse. Pero su humor socarrón e irónico siempre dio a entender que había disfrutado bien lo vivido. Y nos deja un buen puñado de canciones para disfrutar con un buen whisky en la mano y un cigarro en la boca, a ser posible.
Nombrarlas ahora no se si es oportuno. En casi toda la prensa han salido obituarios con esos lugares comunes. Y la verdad, uno no está de humor para ello.
Si sólo estas líneas hicieran que alguien se interese por este geniecillo, ya será más que suficiente.
ROCK IT, MR. BAD EXAMPLE!!!
