Día de trabajo en un gélido Logroño. Dos horas por delante hasta la próxima reunión. Entro en una librería solo con ganas de husmear, pero caigo en la tentación y me llevo la novela de J. M. Coetzee "Desgracia".
Me acurruco en un lugar agradable ante una enorme y caliente taza de café, y el tiempo empieza a volar. Y enseguida me topo con esta frase:
"Su opinión, por más que no la airee, es que el origen del habla radica en la canción, y el origen de la canción, en la necesidad de llenar por medio del sonido la inmensidad y el vacío del alma humana."
Y siento auténtico vértigo.
Me acurruco en un lugar agradable ante una enorme y caliente taza de café, y el tiempo empieza a volar. Y enseguida me topo con esta frase:
"Su opinión, por más que no la airee, es que el origen del habla radica en la canción, y el origen de la canción, en la necesidad de llenar por medio del sonido la inmensidad y el vacío del alma humana."
Y siento auténtico vértigo.
Suena la corriente: "Blood Money" - Tom Waits