No lo puedo evitar, y generalmente lo que me rodea, personas, situaciones, lugares, sensaciones, se unen de manera permanente con la música que ese momento me acompaña. Y eso ya queda para siempre, aunque cambie esa compañía que me rodea. Así que cada grupo, cada cantante, queda atado a una persona, una ciudad, un país, una época, despierta nostalgias, recuerdos, añoranzas, alivios,...
Viví en Sudamérica varios años, y allí tuve mi primera y absolutamente inesperada aproximación a la música latina. Y aunque hay mucha bazofia de por medio, esa música siempre tendrá un tremendo poder evocador.
Mi adoración por casi todo lo que produce Brasil siempre irá unida a muchas situaciones allí vividas, lugares, bailes, amigos, amigas, más que amigas... Incluso posteriores y maravillosos descubrimientos tienen el poder de llevarme de vuelta a aquéllas tierras, como una y otra vez me lo demuestra la escucha del imprescindible Tribalistas.
El rock paraguayo tal vez no sea aún manjar que degustar con placer, pero es algo a lo que me entregaré a pesar de la dificultad de encontrarlo por aquí. El argentino es más fácil, y siempre admiraré esa facilidad para juntar el castellano con las guitarras.
Y todo lo anterior, porque estos días pensaba en cómo ella y Neil Young ya siempre irán unidos. Neil Young y ella, ella y Neil Young. Eso es algo que será ya siempre así. No se si los recodos de la vida me llevarán a ello, pero si algún día escucho “Over and over” marcado por la distancia del tiempo y el espacio, ella aparecerá allí. Porque no me importa nada de lo que me digan, que me lo rebatan, para mí, esa canción, y muchas otras, ya no son mías, no son de nadie, sólo son de Neil y de ella.
Viví en Sudamérica varios años, y allí tuve mi primera y absolutamente inesperada aproximación a la música latina. Y aunque hay mucha bazofia de por medio, esa música siempre tendrá un tremendo poder evocador.

El rock paraguayo tal vez no sea aún manjar que degustar con placer, pero es algo a lo que me entregaré a pesar de la dificultad de encontrarlo por aquí. El argentino es más fácil, y siempre admiraré esa facilidad para juntar el castellano con las guitarras.
Y todo lo anterior, porque estos días pensaba en cómo ella y Neil Young ya siempre irán unidos. Neil Young y ella, ella y Neil Young. Eso es algo que será ya siempre así. No se si los recodos de la vida me llevarán a ello, pero si algún día escucho “Over and over” marcado por la distancia del tiempo y el espacio, ella aparecerá allí. Porque no me importa nada de lo que me digan, que me lo rebatan, para mí, esa canción, y muchas otras, ya no son mías, no son de nadie, sólo son de Neil y de ella.