Páginas

jueves, 13 de noviembre de 2003

Prejuicios


A ver, somos seres llenos de prejuicios. Sobre todas las cosas que nos rodean nos formamos una opinión, que obviamente viene marcada por nuestras propias ideas, ideología, religión, incluso la imagen que tenemos de nosotros mismos. Me parece claro e inevitable. Y puede que no esté mal. Pero de alguna manera nos quita libertad, espontaneidad , inocencia. Ojalá fuéramos tan puros como para decir lo primero que nos viene en gana, la esencia primordial de nuestro primer pensamiento.

Por supuesto, yo no soy ajeno a ello. Al fin y al cabo, no soy más que un simple don nadie que, vanidad de vanidades, osa plasmar por escrito las cosas que se le ocurren. Y encima espera que alguien las lea. Como uno más, me he autocreado una imagen de mí mismo, y me la creo, y la reflejo consciente o inconscientemente en cada cosa que hago.

Y sí, estoy lleno de prejuicios, acaso porque no cuadran con la idea que tengo de mí. Y mucho me temo que en temas musicales, que trato mucho por aquí, mezclándolos con mi propia vida, somos muchos los prejuiciosos.

Carlos Goñi, esto es, Revólver, lleva muchos años haciendo rock de esencia netamente americana, no oculta sus influencias (a veces, exceso de Springsteen, pero, ¿eso es malo?), ha llegado a públicos que no son consumidores de rock,..., pero nunca ha contado con el apoyo de la crítica más elitista y de muchos degustadores considerados auténticos.

Mea culpa. Yo mismo he abjurado de él por simples prejuicios, considerando internamente que me gustaba, aunque a veces me diera cierta vergüenza. Pero tiene algo que a muchos les falta, canciones, algo tan simple y tan complicado. Y aprovechando que ha salido ahora un Grandes Éxitos, bien está que desmontemos los prejuicios y lo reconozcamos. Y lo saboreemos.

(Gracias a un crítico tan cool, pero tan sincero, como Rafa Cervera (Tentaciones), por impulsarme a este reconocimiento)