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jueves, 11 de diciembre de 2003

Condones


Decía el presidente brasileño Lula Da Silva que "la Iglesia se equivoca al insistir en que el preservativo no protege contra el Sida y puede estar de este modo cometiendo un crimen más contra la humanidad".
Y uno se alegra de la valentía demostrada por Lula al decir con las palabras que corresponden una verdad como un puño, a pesar del inmenso poder que en su propio país tiene la Iglesia católica. No es cuestión de entrar a polemizar sobre los argumentos teológicos o morales que llevan al Vaticano a proclamar la castidad como único método fiable contra la enfermedad. Pero si son sus propios fieles y seguidores quienes no siguen dicho mandato, nada excusa el que usen como argumento que los preservativos no son un método válido pues el virus es capaz de traspasar la barrera que forman. Y no presentan ni un solo argumento científico que dé validez a dicha teoría (Iglesia y Ciencia nunca han hecho buenas migas).

Pero claro, todo lo arreglarán cuando dentro de unos años, después de que millones de personas hayan muerto por semejante estupidez, pidan perdón reconociendo que se equivocaron. Como hicieron con Galileo, con las Cruzadas, con la Inquisición, con la Segunda Guerra Mundial, con los abusos sexuales en USA, con Pinochet, con... (no, con Franco nunca han pedido perdón). La verdad, esto de la Misericordia de Dios para perdonar los pecados empieza a parecer un camelo de tomo y lomo en manos de la curia.

Y ya que hablamos de condones, unos minutos de publicidad (y juro que no tengo nada que ver con la empresa de la que voy a hablar, aparte de hacerlo como cliente). A mí también me jode usarlos cuando los necesito, pero más me jode saber que alguien se pueda volver inmensamente rico por una necesidad nuestra. Así que me gustó conocer hace años la marca sueca RFSU (y además son los mejores que he probado nunca). Es una organización sin ánimo de lucro dedicada a la investigación clínica de enfermedades de transmisión sexual, que se financia a través de la venta de condones. Así que si los tengo que usar, al menos que mi dinero no vaya a las manos de un tío para financiarle sus chalets, yates o vicios ocultos. En España es difícil encontrarlos, pero se pueden comprar desde su web.

¡Hala, a disfrutar!


Suena la corriente: "Alfagamabetizado" - Carlinhos Brown