lunes, 23 de febrero de 2004

Inmunidad rota

Pues no, no soy inmune. No tengo inmunidad ni para las cosas del corazón y la cabeza, ni para las del cuerpo.

En cuestiones físicas, pillo resfriados y gripes, tengo alergias (cada año me descubren/o alguna nueva, ¿estaré mutando?), me han operado 6 veces (rotura de huesos, enfermedades, vamos, que estoy hecho un cromo). O sea, que para nada soy un Steve Crohn de la vida. Y es que a este caballero norteamericano se le descubrió una sorprendente característica en 1996: era completamente inmune al virus del SIDA. Al parecer sufre una mutación genética que le impide producir uno de los receptores sanguíneos a los que se acopla el virus para replicarse. Vamos, que se ha convertido en una de las llamas de esperanza para millones de personas en todo el mundo (que lo estudien, que lo estudien lo más a fondo posible!).

Pero yo no. Yo no tengo ni inmunidad física ni sentimental. Y por eso me rompo, por fuera y por dentro. Y eso que últimamente no me puedo quejar. Aparte de la jodida bronquitis del fumador (y las jodidas resacas del bebedor), estoy bastante enterito.

Y aún así, es normal que me estruje por dentro. Y así me he sentido este fin de semana escuchando dos rodajitas de placer. Sí, ya sé, que si Calamaro tal, que si Calamaro cual, pero qué voy a decir, adoro a este hombre. Soy capaz de perdonarle sus muchas miserias. Y de nuevo en su último disco, "El Cantante", hace lo que le da la gana. Pero es que encima vuelve a picarme en uno de mis puntos flacos. Atahualpa Yupanqui, Gardel, Rubén Blades, gente para mí muy querida. Y ha logrado romperme de nuevo.

Como también lo ha hecho Marlango. No me gusta la gente del cine metida a cantante, me suena a campaña de marketing (por eso no diré más). Pero este disco destila Tom Waits (ya el nombre del grupo es un homenaje a esta bestia del sentimiento), Nico y jazz de taberna, vaporoso y lleno de humo por los cuatro costados. A pesar de la mucha promoción que les están haciendo por razones mediáticas, me da que no va a tener grandes ventas. Me parece un manjar demasiado fino. Ojalá me equivoque.

Para según que cosas, me gusta que me estrujen (Marlango, Calamaro, o mejor, Ella).



Suena la corriente: "Marlango" - Marlango