Siempre he disfrutado de la música como de pocas cosas en mi vida. Y lo que más me gusta es descubrir a gente que por alguna razón, simplemente me llenen. Me da igual que no sean el último quiebro definitivo de la historia del rock. Me da igual que dentro de unos años ni sus parejas se acuerden que alguna vez tuvieron una banda. No pido milagros. Pido que me hagan sentir.
Estar hoy en día al tanto de todo lo que sale me resulta difícil. Mis clásicos llenan muchas horas. Pero trato de dejar algún hueco para cosas nuevas. Y en estas estoy, feliz y contento (con el rabo en movimiento) mientras saboreo lo nuevo de alguien nuevo para mí, una gente de Filadelfia que atiende por Marah.
Y no, no son nuevos, llevan desde el 93, y su primera rodaja es del 98, y yo los he descubierto ya en la cuarta, calentita, calentita, que atiende al bello nombre de "20.000 streets under the sky".
Vale, vale, se me habían escapado, pero es que (como decía), uno no puede estar en todo. Pero oído lo oído, aún estoy a tiempo. Sí, sus canciones me recuerdan cosas, pero eso no me disgusta. Si esas cosas suenan a Springsteen (quien ha colaborado con ellos), a Graham Parker (qué buenos momentos me hizo pasar), a muchas guitarras americanas, incluso a Prince. Indagando por ahí, he leído que Steve Earle les grabó en su propio sello, E-Squared, y algo que me ha hecho gracia, cuando les han incluido en un supuesto estilo "Replacements conocen a Springsteen".
En fin, todos nombres que me saben a gloria.
Y sí, ya se, y a mí qué mas me da que no vayan a cambiar nada. Total, con el futuro que nos espera.
Suena la corriente: "20.000 streets under the sky" - Marah