Son estos unos días en los que todo parece ir despacio, muy despacio. Alejados de quienes empaquetan sus prisas y ansias en las maletas que les acompañarán en sus inminentes vacaciones, los que aún tenemos por delante bastantes días de entrañable trabajo observamos el mundo como si estuviera deteniéndose.
Todo parece que aminora su velocidad, las llamadas telefónicas, los viajes profesionales, los contactos, los correos electrónicos. Incluso nos permitimos boutades como pasear con traje y corbata entre descamisados y sonrojados turistas que nos miran como atracciones típicas de la ciudad que visitan.
Pero está bien este lento discurrir del tiempo. A nosotros también nos engancha. Y me doy cuenta que hoy tenía pensado hablar de un fantástico concierto de Israel "Cachao" López que saboreé en Madrid…, pero hace ya seis días. Así que mejor lo dejo.
Y sueño con convertirme en Mehran Karimi Nasseri, un iraní que desde el año 1988 lleva viviendo en la zona de tránsito del aeropuerto Charles de Gaulle de París. O sea, en tierra de nadie. O sea, en un lugar donde el tiempo es un dictador para los miles de viajeros que pasan ante él, pero algo eterno para él mismo.
Vaya, no sé qué tal aguantaré hasta mis vacaciones. Y no creo que importe.
Por cierto, ¿hay alguien ahí?
Suena la corriente: "No man's land" - Syd Barrett