¿Será que el mundo se ha convertido en un remanso de paz, sin guerras, sin muerte, sin malnacidos? ¿Será que el sol brilla todas las mañanas? ¿Será que el trabajo es maravilloso, distendido, relajado, bien pagado? ¿Será que mi vida ha entrado en un periodo de excitantes actividades sin fin que no me dejan un minuto libre? ¿Será que en vez de sentir el cielo desplomado sobre mi cabeza, levito de gusto en cuanto abro un ojo temprano en la mañana?
¿O será, por el contrario, que mi discutible intelecto aún no ha asumido el fin de las vacaciones y ha decidido estar más perezoso de lo habitual?
Supongo que la explicación al cada vez mayor espaciamiento entre escrito y escrito en este río es más prosaico. Pero al fin y al cabo, como Capitán de la gabarra, tengo el derecho a marcar los nudos.
Así que bueno es sentarse a ver pasar el aguacero.
Tal vez este fin de semana, el Azkena Rock Festival logre despejar los nubarrones que puedo apreciar en el horizonte.
Suena la corriente: "Clouds" - Buffalo Tom