Imagino que escribir una letra como la que transcribo a continuación tiene que ser arriesgado, tal y como están las cosas:
I used to listen to the radio
And I don’t guess they’re listenin’ to me no more
They talk too much but that’s okay
I don’t understand a single word they say
Piss and moan about the immigrants
But don’t say nothin’ about the president
A democracy don’t work that way
I can say anything I wanna say
So fuck the FCC
Fuck the FBI
Fuck the CIA
Livin’ in the motherfuckin’ USA
People tell me that I’m paranoid
And I admit I’m gettin’ pretty nervous, boy
It just gets tougher everyday
To sit around and watch it while it slips away
Been called a traitor and a patriot
Call me anything you want to but
Just don’t forget your history
Dirty Lenny died so we could all be free
Ese pensamiento único de extrema derecha que desde los Estados Unidos (con la inestimable ayuda de monaguillos de tres al cuarto, pero peligrosos, muy peligrosos) tachará esas letras de satánicas, obscenas, injuriosas, antipatriotas, propias de algún joven punk antisistema, de alguien sumido en el marginalismo social, de algún compañero de viaje de Bin Laden.
Bien, tiene casi 50 años, ha crecido en el profundo Texas, grabado con las mayores luminarias de Nashville, compuesto música con profundas raíces americanas, creado sabrosas rodajas de country y rock.
Steve Earle ama profundamente su país, su cultura y su música, pero odia lo que está pasando. Y sabe expresar lo que muchos sentimos. De sobra lo demostró en su anterior "Jerusalem", describiendo el estado anímico en que quedó su país tras el 11-S (aunque desde una perspectiva distinta a la oficial, claro está).
No tengo ni idea cómo puede estar funcionando comercialmente su nuevo martillazo a las conciencias "The revolution starts... now", pero mira, casi que me lo imagino. Aunque yo pienso desgastarlo, y a conciencia.
Gracias, amigo; huevos, desde luego, te sobran.
Suena la corriente: "The revolution starts... now" - Steve Earle