Pues ha resultado que al final no he sido yo el contento, sino él. Y no digo que no me sorprenda. Pero en estos momentos, más me asusta.
Veo todo muy negro. Pero qué le vamos a hacer. Mis próximas lágrimas no van a ser por ellos, pase lo que pase.
Seguiré con mis cosas queridas, como decía ayer.
Y puestos a convivir con arbustos, me dedicaré al más suavecito.
Al más querido.
Suena la corriente: "Is the actor happy?" - Vic Chesnutt