Se va corriendo mi querido Rouco Varela a chivarle al Papa lo malos que son los demonios rojos, que instauran un régimen laico y apuntito están de prohibir la religión católica.
Y éste se marca su habitual discurso. No se puede prescindir de la enseñanza religiosa. Oposición al matrimonio entre homosexuales. A la ampliación de la ley del aborto. Pero también nos habla de la reconversión naval y de la derogación del Plan Hidrológico Nacional.
¿Cómo? Seguro que he leído mal. Con la que está cayendo, no hay duda que se tiene que referir al Plan Ibarretxe. Pues mire usted, no. El Plan Hidrológico Nacional. Qué sapiencia tiene este señor (o bien Rouco se ha chivado a conciencia, qué tío).
Así que la reconversión naval y el PHN. Vale, leo más en profundidad, porque seguro que encuentro algo.
¿Y qué hay de la Ley del taxi?
¿Y de la ampliación de las aceras de mi calle?
¿Y qué hay de la iluminación de mi barrio?
¿Y qué de unos baches que hay en la autopista de circunvalación?
¿Y qué hay de lo mío?
Definitivamente, su reino no es de este mundo.
Suena la corriente: "Folker" - Paul Westerberg