O sea, que vamos, que los que han ganado, es casi como si no hubieran ganado, pero no hay que olvidar que han ganado. Los que han quedado segundos, es como si hubieran ganado, aunque hayan quedado segundos. No hay que olvidar que antes eran terceros (si el Madrid queda segundo, es un drama. Si queda el Villarreal, es una juerga. Cada uno se identifica con quien quiere o puede).
Pero sigo. Los que han quedado terceros, antes eran segundos, con lo que han perdido, pero según ellos han ganado, porque nunca había quedado tercero quien va segundo en las grandes ligas, y dicen que consolidan, aunque consolidar es al menos mantener.
Los que han quedado cuartos han estado apunto de ni siquiera participar, pero al final lo pudo hacer el equipo filial. Antes también iban cuartos, pero han metido más goles, así que dicen que han ganado.
Los que iban quintos, siguen quintos, o sea, que ni frío ni calor. Al menos dicen que se han consolidado. Bueno, cierto sí que es. Aunque es de suponer que sólo se celebra la mejora.
Los que han quedado sextos antes no jugaban, lo que por lo menos les da un pequeño plus de victoria.
En resumen, que gana el segundo, pierde el primero, pero manda el cuarto, aunque practique un juego duro, duro. Vamos, que está claro, y el oligofrénico del bigote anda todo cabreado. ¿Pero él jugaba? Ah, sí claro, apoyaba a los mejores terceros de los segundos.
Al menos, hoy empieza otra liga más interesante. Los católicos del mundo eligen a su presidente de manera democrática por sufragio universal.
¿Cómo? Ah, que no es por sufragio universal. Vale, bueno, entonces, lo eligen sin métodos democráticos.
¿Qué? ¿Que sí son métodos democráticos? Pero, ¿la democracia no era sufragio universal? Ah, que no, que sólo para los del club.
Bueno, vale, vale, mejor lo dejo.
Suena la corriente: "Ride free" - Jonny Kaplan