El alma del rock no está en los estadios. En los estadios está el show, el acontecimiento, la mediatización, la banalización, la masificación, la pérdida de identidad. Cuando lo único que importa es el número, la principal identificación es con la masa. Hay que estar porque está todo el mundo. La música no es el epicentro. El artista se ve en pantalla. En los estadios está la falsedad.
El alma del rock está en un local de ensayo sudoroso, cuatro paredes insonorizadas de mala manera, con raídos poster de estrellas lejanas, olor corporal, guitarras, bajos, baterías, teclados y un grupo de gente creyendo en lo que hace aunque solo sea para ellos.
El alma del rock está en las salas, escenarios donde los músicos se tocan, se empujan, se sudan, se sienten, donde su gente les grita, les habla, les ve, les tienen.
No conozco ni un artista, ni uno solo (ni siquiera alguno de mis grandes iconos) que haya dado lo mejor de sí al saltar de la sala al estadio.
El estar porque hay que estar, porque es un acontecimiento, porque está todo el mundo, porque quiero participar del gran momento de los medios, porque es noticia. Que ahora son un millón, que no, que ya son dos millones, que tal vez se alcancen los tres millones de personas desfilando ante el altar de la estrella de rock muerta. Está en los medios, es histórico, quiero ser masa, quiero estar. Así siento que soy. Aunque sea falso.
Y el artista diminuto, arengando a las masas, y éstas no soportarán la crítica, porque quien llena mil estadios, quien moviliza a tres millones, a cien millones, a mil millones, no puede estar equivocado. Es grande, es único, es santo. Aunque sea falso.
"Sin justicia no es posible una vida en común. Paz se refiere a una relación adecuada y justa con los demás seres humanos, con otras culturas, con la naturaleza, con Dios. Y la preservación de la creación es la base: si destruimos la creación, cualquier otro proyecto se hace imposible. Para mí esta tríada es un pequeño resumen de la Buena Nueva que anuncia el Evangelio." - Leonardo Boff (y Gutiérrez, y Romero, y Ellacuría, y Cardenal, y Sobrino, y Lorscheider, y…)
No creo en demasiadas cosas, desde hace tiempo. Pero esto huele a sudor, a cuerpo, a trabajo, a gente, a verdad. Huele a local de ensayo. Huele a sala, no a estadio.
La estrella de rock muerta le prohibió hablar. La estrella de rock muerta le prohibió escribir. El dejó el grupo. Pero no abandonó la guitarra.
Abuelo, deja ya de rezongar, que más de uno te hemos visto en un estadio.
Cierto.
Quién coño me creo… Mejor me dedico a mis medicinas, que me ofrecen un futuro mejor. Aunque sea falso.
Suena la corriente: "Amazing grace" - Spiritualized