¿Merece la pena tratar de explicar momentos en los que te has sentido plenamente vivo? No lo sé. Me cuesta. No tengo ni ánimos, ni ganas, ni fuerza.
Pero sé que estuve vivo, emocionado y sudoroso durante dos horas y media. Como sólo Ella es capaz de hacerme sentir. (...)
Pero sé que estuve vivo, emocionado y sudoroso durante dos horas y media. Como sólo Ella es capaz de hacerme sentir. (...)
Bruce Springsteen demostró que está vivo, alegre, relajado, lleno de fuerza. Que no es necesario recurrir a sus clásicos para volver a emocionar. Pocos (¿alguien?) pueden hacer gozar de aquella manera con un puñado de canciones de siempre, más viejas que cualquiera de los presentes (de varias generaciones), canciones rejuvenecidas, con nuevo lustre y la misma (o mayor) fuerza con la que fueron compuestas.
El de New Jersey ha vuelto a su propio origen, a ser el que era, lejos de los excesivos oropeles de las estrellas mediáticas. Dudo que hubiera gente que estaba allí solamente porque hubiera que estar. Estaban allí los que querían sentir. Y no fueron defraudados.
Aburrido por las eternas discusiones sobre si ya nunca será el que fue, es difícil contar el momento en que cantó a los presentes que sí, que seguía con ellos.
Queda para mí.
Son tiempos para no olvidar.
Suena la corriente: "We shall overcome. The Seeger Sessions" - Bruce Springsteen
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