Palabras deseadas

Pues aquí estoy de nuevo, en una habitación de hotel, y mientras los feriantes continúan su periplo, quedo anclado y solitario por unos días en Caracas. La ciudad del miedo. Porque en pocos lugares he recibido tal bombardeo de advertencias sobre los peligros de sacar la patita fuera de la jaula de oro. Pero es que aquí metido cuesta respirar, así que de a poquito vamos estirando el cuello afuera. (...)

Y todo es blanco o negro. No hay matices. Pro o Anti. Y los pros del colorado presidente tomaron ayer las calles, los medios, las conversaciones. Y esta mañana, aún metido en la cama, veía su programa de televisión, Aló Presidente, auténtica lujuria surrealista. Pero ahí que me he desayunado con la firma de decretos, proyectos y acciones directamente ante las cámaras. Que me llame el ministro de tal. Teléfono de aludidos. Y en minutos, el ministro de tal está al teléfono. Tienes presupuesto? Sí, tengo. Pues ya tardas.

Pero todo es consecuencia de lo anterior. Lo de ahora de lo de antes. Y los pro y los anti siguen agazapados, cada uno en su trinchera, y solo odian. Y ese odio da miedo.

Volver, retornar, casa, viaje, carretera, Ella. Lo repite una y otra vez Tom Petty en los altavoces en que suena su último Highway Companion. Y de nuevo suena triste, a pesar del ramillete de melodías arrebatadoras (Flirting with time) que encuentras aquí y allá. Sin sus Heartbreakers, en solitario, frente a todo y con la ayuda de nuevo de Jeff Lynne.

Me acompaña esta noche, porque lo necesito. Porque las palabras que repite son las únicas que yo también deseo.


Suena la corriente: "Highway Companion" - Tom Petty

Navegado en Caracas, Venezuela