Me dejo acariciar, mecer, acompañar, sin otra pretensión que terminar a gusto mis días para comenzar los otros, los que parece que no te pertenecen. Los que intentas encoger, acortar, olvidar, penar, hasta que los tuyos vuelven. Aunque siempre sean menos, son vividos. Cosa que nunca podrán ser los otros. (...)
Y me dejo arrumar por las melodías que regalan The Thorns. Cuentan las crónicas que nacieron como supergrupo, pero dudo (siempre dudo) que Matthew Sweet, Pete Droge y Shawn Mullins lo entiendan así. Sí, no son grandes estrellas. Mejor. Sweet siempre me ha arrebatado con sus melodías. Me vale.
Y dudo que quisieran hacer algo más que disfrutar. Vivir los días que son suyos, y querer sonar como CS&N, Beach Boys, Jayhawks, Fleetwood Mac. Melodías, voces y guitarras limpias. Nostalgia y dulzura. Y toques pop.
Sigo con mi intencionada falta de trascendencia. No veo nada que merezca otra cosa de mí.
Sigo con mi gente, mi música y Ella (lo son todo).
Mis días.
Los otros días, que crean que son de ellos. Sí, que sólo lo crean.
Y que no me chisten.
Suena la corriente: "The Thorns" - The Thorns
No hay comentarios:
Publicar un comentario