Algún día encontraré un hueco (un tiempito) para zurcir los agujeros. No sé aún si empezaré por los calcetines, o daré prioridad a los bolsillos del pantalón. Tal vez, ya que estoy, y si me pongo, me enfrente a los tomates del alma.
Ahora que los poderosos no llegan a fin de mes o lucen sus pinreles como el resto de los mortales, uno sabe que es el momento de enfrentar tan colosales tareas. (...)
Ahora que los poderosos no llegan a fin de mes o lucen sus pinreles como el resto de los mortales, uno sabe que es el momento de enfrentar tan colosales tareas. (...)