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lunes, 2 de abril de 2007

Un buen humo

Ayer escribía esto.
No se publicó no por un error técnico. Por un error emocional
.

Nos sentamos en el porche. El viejo Robaina, nuestro anfitrión, nos ofreció unos vasos de ron y por supuesto, habanos de su producción. Los saboreamos mientras nos contaba la liturgia a seguir, la mística que rodea a la planta del tabaco. Reía y contaba chanzas.
El calor de Pinar del Río golpeaba, pero ver la amistad entre el gran productor y mi hermano, atenuaba la sensación de agobio. (...)


Me sentaba cada tarde en el sofá del salón de fumadores. El aire acondicionado se agradecía, aunque el sudor lo relacionaba de inmediato con el humo. Pero esta parada en mi callejeo habanero diario se empezaba a convertir en rutina. Orlando Quiroga me contaba viejas historias de revolución y mitos. Y sobre todo, de tabaco. Me regaló sus letras "Arte y mística del habano".
Dejó escrito en la página 2, sobre una foto de un fruto de una vega siempre preñada comenzando a quemar, "para el amigo, con buenos deseos y un poco de magia".

Ayer veía a Wenders y Shepard. Un trago y un habano acompañaban.
En vísperas de otras liturgias y místicas, me dejaba envolver por el humo y el rojo de la hoja ardiendo.
Un buen momento.
La noche fuera.
Y el viento del norte soplando.

Ayer escribía esto.
Pero ayer era domingo.
Y hoy, lunes, todo vuelve a parecer absurdo y estúpido.
Incluido el río
.


Suena la corriente: "The north wind blew" - Ben Vaughn Combo