Pocas cosas se le pueden achacar a Jack Yarber, más conocido como Jack Oblivian en cuanto a su amor integral por la música que le da vida. Figura legendaria en la escena garage de Memphis, su tarjeta de visita incluye bandas como Johnny Vomit & The Dry Heaves (con el ahora de plena actualidad Jimbo Mathus) o los imprescindibles The Compulsive Gamblers y The Oblivians .(en ambas con Creg Cartwright, hasta que éste formó Reigning Sound). (...)
Son muchas carreteras y escenarios pateados a golpe de guitarras y de emoción punk-pop. Los músicos de la escena garagera son gente que si de algo saben es de ganarse su reputación minuto a minuto, concierto a concierto, sudor a sudor. Anteponen su integridad musical a cualquier tipo de cuestión adicional.
Integridad que no significa falta de diversidad de miras. Jack Oblivian presenta en su último disco, Rat City, una colección de canciones que van del garage anclado a sus orígenes musicales al pop de referencias veraniegas, al funk musculoso y sucio que propone en Mass Confusion, o las versiones como el rock’n’roll de regusto clásico Lover please!, de Billy Swann de The Muffins. Incluso en Jealous heart suena como un crooner en la estela de los grandes clásicos rock de la música americana.
Cierto que tal vez haya aplacado un poco las iras más infecciosas de su sonido, pero sigue manteniendo el pulso y la tensión de un rock recio y correoso, añadiendo sus gotas de soul oloroso y pop díscolo. Disco grabado prácticamente en solitario, cuenta no obstante con la ayuda de algunos amigos, como su últimamente inseparable John Paul Keith, de quien dábamos cuenta ayer.
Hay gente que siempre son garantía de buen hacer, diversión y sentido rock tanto en escena como en los surcos. Y Jack Oblivian es un claro ejemplo.
Son muchas carreteras y escenarios pateados a golpe de guitarras y de emoción punk-pop. Los músicos de la escena garagera son gente que si de algo saben es de ganarse su reputación minuto a minuto, concierto a concierto, sudor a sudor. Anteponen su integridad musical a cualquier tipo de cuestión adicional.
Integridad que no significa falta de diversidad de miras. Jack Oblivian presenta en su último disco, Rat City, una colección de canciones que van del garage anclado a sus orígenes musicales al pop de referencias veraniegas, al funk musculoso y sucio que propone en Mass Confusion, o las versiones como el rock’n’roll de regusto clásico Lover please!, de Billy Swann de The Muffins. Incluso en Jealous heart suena como un crooner en la estela de los grandes clásicos rock de la música americana.
Cierto que tal vez haya aplacado un poco las iras más infecciosas de su sonido, pero sigue manteniendo el pulso y la tensión de un rock recio y correoso, añadiendo sus gotas de soul oloroso y pop díscolo. Disco grabado prácticamente en solitario, cuenta no obstante con la ayuda de algunos amigos, como su últimamente inseparable John Paul Keith, de quien dábamos cuenta ayer.
Hay gente que siempre son garantía de buen hacer, diversión y sentido rock tanto en escena como en los surcos. Y Jack Oblivian es un claro ejemplo.
Suena la corriente: "Kidnapper" - Jack Oblivian
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