Uno de los discos nacionales más sabrosos editado durante 2011 fue el Train to your lover de los catalanes The Pepper Pots. Disco de esencia puramente soul, conjuga todas las influencias que han ido mamando de la música del alma. Era en ese su cuarto trabajo donde lograban alcanzar por fin la raíz de esos sonidos basados en Motown, funk, northern soul, con esa imagen tan swingin’ sixties. (...)
Cuando el revival de cualquier música de gloria pretérita se impone, siempre se alzan voces clamando por la vuelta pura y dura a los originales. Pero cualquier música creada hoy en día mantiene lazos, ocultos o no, con un pasado. Y el disfrute de esa música no está reñido con el amor por aquellos años cuando todo comenzó. Y puede servir muy bien de banderín de enganche para aquéllos que por edad o displicencia nunca acudieron a las fuentes.
The Pepper Pots son pues un ejercicio de estilo, sí, pero no simplemente. Saben insuflar el alma necesaria para que su propuesta no caiga en el simple mimetismo. Y empiezan a tener una carrera sólida y unas credenciales soul sin mácula.
Durante estos años, tras su participación en numerosos festivales, coincidieron y trabaron amistad con uno de los cabecillas del neo-soul, Eli “Paperboy” Reed, y manejaron la posibilidad de grabar algo juntos. Y ese algo se acaba de materializar en el EP Time and Place, grabado como sus anteriores trabajos, de manera totalmente analógica. Cuatro joyas fruto de una coincidencia que no debe sorprendernos. Tanto Reed como los Pots saben que sus caminos son concurrentes.
Y nos presentan ahora su primer video, Don’t mess up a good thing, canción que aún bajo los auspicios de Oliver Sain, grabó Fontella Bass con Bobby McClure.
Y lo suyo es disfrutarla, sentirla, y ya si eso, nos volvemos al original.
Qué reconfortante!
Cuando el revival de cualquier música de gloria pretérita se impone, siempre se alzan voces clamando por la vuelta pura y dura a los originales. Pero cualquier música creada hoy en día mantiene lazos, ocultos o no, con un pasado. Y el disfrute de esa música no está reñido con el amor por aquellos años cuando todo comenzó. Y puede servir muy bien de banderín de enganche para aquéllos que por edad o displicencia nunca acudieron a las fuentes.
The Pepper Pots son pues un ejercicio de estilo, sí, pero no simplemente. Saben insuflar el alma necesaria para que su propuesta no caiga en el simple mimetismo. Y empiezan a tener una carrera sólida y unas credenciales soul sin mácula.
Durante estos años, tras su participación en numerosos festivales, coincidieron y trabaron amistad con uno de los cabecillas del neo-soul, Eli “Paperboy” Reed, y manejaron la posibilidad de grabar algo juntos. Y ese algo se acaba de materializar en el EP Time and Place, grabado como sus anteriores trabajos, de manera totalmente analógica. Cuatro joyas fruto de una coincidencia que no debe sorprendernos. Tanto Reed como los Pots saben que sus caminos son concurrentes.
Y nos presentan ahora su primer video, Don’t mess up a good thing, canción que aún bajo los auspicios de Oliver Sain, grabó Fontella Bass con Bobby McClure.
Y lo suyo es disfrutarla, sentirla, y ya si eso, nos volvemos al original.
Qué reconfortante!
Qué bueno, me has hecho un gran descubrimiento!
ResponderEliminarPues aprovéchalo, porque son un gran grupo!
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