(Vaya, veo que por cuestiones de Copyright, no se permite ver el video incrustado en Río Rojo. Bueno, se le da a Ver en You Tube y asunto arreglado)
Objetivo cumplido. Meter en un mismo titular, escrito en 2012, la palabra debut y el nombre Iron Butterfly. Porque aunque parezca mentira, eso es lo que está anunciado para esta noche en Barcelona, en la Sala Apolo, el debut en España de Iron Butterfly. (...)
Aunque claro, en estos tiempos de reuniones monetarias de viejos amigos (o no tan amigos), todo tiene una segunda lectura. Porque mejor podríamos decir que quienes tocan son la sección rítmica de los míticos Iron Butterfly. Aunque eso sí, ambos, tanto Ron Bushy en la batería como Lee Dorman en el bajo estaban en la legendaria sesión de grabación de In-A-Gadda-Da-Vida, acompañando al recién estrenado guitarrista Erik Braunn y al líder de la banda, teclista y voz Doug Ingle.
In-A-Gadda-Da-Vida era el segundo álbum, tras el prometedor debut Heavy, de un grupo que anticipó los sonidos más hard, progresivos y posteriormente AOR, pero que pasó a la leyenda del rock como creadores de una canción eterna, un auténtico icono de lo que en 1968 era la psicodelia, música y drogas alucinógenas revoloteando sobre neuronas y rock.
Reconozco que aparte de ese disco clásico y los 17 minutos de su cara B, no mucho me interesó la banda. Pero, ahhhh, como canción clásica, está envuelta en toda una leyenda, como debe ser.
Que si era una improvisación que comenzaron a tocar para calentar motores mientras llegaba al estudio el productor Jim Hilton, y que fue grabada por el ingeniero de sonido; que si su auténtico nombre era In the garden of Eden, pero estaban tan colocados que eran incapaces de pronunciarlo correctamente; que si Ron Bushy entendió mal el nombre de la canción que le dijo a través de los cascos un borracho Doug Ingle; que si una vez empezada, no tenían ni idea de cómo terminarla, hasta que alcanzaron los 17 minutos…
En fin, historias apócrifas o no, pero que juegan a incrementar una imaginería para un disco que ha vendido millones de copias.
Y sí, hay que reconocer que ese riff de guitarra y esos teclados pertenecen ya al subconsciente más nebuloso de la historia del rock.
Así que, vale, de acuerdo, el video no es de muy buena calidad.
Pero es historia.
Yo sí que lo he visto aquí sin necesidad de abrir otra ventana. Ese solo de batería siempre me ha parecido brutal. Este tema es una salvajada única. Saludos.
ResponderEliminarPues ahora sí, ayer no habia manera de que se viera, al menos desde mi PC.
ResponderEliminarY sí, Johnny, un pedazo de voladura!