La voz de Dion DiMucci ha cantado alguna de las piezas más clásicas de los primeros tiempos del rock’n’roll. Como líder de los ítalo-americanos Dion & The Belmonts, auténticos maestros del doo-wop, I wonder why o A teenager in love alcanzaron los primeros puestos en listas. Posteriormente, ya como cantante en solitario, Runaround Sue o The wanderer son canciones que han quedado en el imaginario rock, influyendo a artistas del calibre de Lou Reed, Springsteen, Dave Edmunds, que siempre se han declarado apasionados seguidores del hombre del Bronx. (...)
Pero la vida de Dion siempre ha sido un continuo subeybaja. Superviviente del accidente de avión que marcó el llamado día en que murió la música (no tomó el avión que acabó con la vida de Buddy Holly, Ritchie Valens y el Big Bopper porque le pareció que el pasaje tenía un precio muy elevado), mantuvo problemas con la heroína hasta finales de los 60 y vivió diferentes periodos religiosos como evangélico, cristiano renacido o católico, llevándole a centrarse en trabajos que únicamente se movían en el entorno de la música cristiana (auténtica superestructura musical que en Estados Unidos mueve millones de dólares y que merecería un estudio en profundidad, dadas las connotaciones tan peculiares que presenta).
Pero su música siempre ha tenido las gotas de blues, R&B y soul necesarias para emparentarlo con muchas de las voces negras más importantes de la escena de raíces. Y en 2005, con Bronx in blue comenzó lo que hasta ahora es una trilogía centrada en el blues más clásico y eléctrico, completada por Son of Skip James en 2007 y el actual Tank full of blues. En formato trío, Dion toca todas las guitarras que suenan en el disco, así como se encaraga de la composición de los temas (principal diferencia con las dos obras anteriores), con la excepción de un medley de Robert Johnson y Muddy Waters y un tema de John Mooney.
No puedo dejar de emparentar este disco con el fantástico trabajo que editara Gregg Allman el año pasado, Low country blues, o, ahora que Dylan anda metido de nuevo en estudios, con los discos recientes del de Duluth o incluso con los de Leonard Cohen. Son creadores que ya han más que superado su madurez artística, Dion cumplirá este año 73, y que por tanto están en ese momento en el que nada más tienen que demostrar. Ya no tienen que estar pendientes de lo que han sido, ni de lo que serán. Pueden centrarse exclusivamente en el hoy, en lo que les apetece hacer, sin preocuparse por el impacto que estos trabajos tendrán en su carrera. Y es en este periodo sin restricciones en el que están pariendo algunas de sus obras más frescas y desinhibidas.
Tank full of blues no es un simple ejercicio de estilo, que también. Dion dota a las composiciones del suficiente enganche con el blues clásico, vía Chicago principalmente, pero a la vez consigue que transcurran perfectamente adaptadas a las sonoridades blues actuales. El ritmo de canciones como la que da título al disco o la cabalgata que supone You keep me cryin’ conviven con el puro estilo Jimmy Reed de My Michelle o el rock de I’m ready to go, que podrían firmar sin sonrojo desde Lou Reed a unos Stones con renovados aires bluesy. Y es capaz de despedir el disco con Bronx poem, absoluta delicia estilísticamente alejada del resto, una narración más recitada que cantada, con Reed en mente, en la que repasa su vida en el Bronx, su amor a Dios y su veneración por los padres, de Elvis a Buddy pasando por Hank.
Un ejemplo de esos discos en los que envejecer parece más una bendición que un adiós definitivo.
Suena la corriente: "I'm ready to go" - Dion
Suena la corriente: "I'm ready to go" - Dion
Que Placer leer un articulo con fundamento sobre el gran Dion que repase tan brillantemente su trayectoria aunque he echado a faltar una breve referencia a su fantastica epoca Columbia de mediados de los 60 y sus fantasticas versiones dylanitas, por cierto el germen de su etapa actual al incluir increibles relecturas de blues entonces aun no tan clasicos como el Spoonful Dixon Wolfiano.
ResponderEliminarAdemas de un gran analisis de su ultimo y fantastico trabajo y las claves del mismo. Increible que a los 73 se casque un disco de blues canonico tan acustico como electrico y encima de temas propios.....fantastico!!!
Es increible que todas las reseñas que lei antes de comprar el disco no mencionaran este detalle y cayeran en lugares comunes que nada aportaban en informacion frente a sus dos entregas propias....... Me parece que sobran articulos sobre lo ultimo de Springsteen y faltan articulos con paradas tan interesantes como este. Por suerte en el rio tenemos de todo.
Jaime.
Gracias, Jaime. El disco, además de bueno, es que tiene pedazos de blues compuestos por él mismo. Los dos anteriores los había disfrutado, pero las relecturas son eso, buenas o malas, pero nuevas visiones de canciones ya escritas.
EliminarPor eso, cuando vi que en Tank se lanzaba con temas propios, al principio tuve miedo. Y nada de eso, la calidad del trabajo es indiscutible.
Y su carrera es tan larga, que bien merece letras más amplias.
Te lanzo el guante, Jaime.
Río Rojo acepta colaboradores si tienen los gustos y conocimientos que tú atesoras!
Abrazos.