Estas son las cosas buenas que tiene Internet. Que te permite bucear, ir de salto en salto, y descubrir grupos que de otra manera te serían casi inalcanzables. No se cómo ocurrió. Creo que a raíz de una noticia que se publicó en el Río sobre la enfermedad de Slim Dunlap, quien fuera guitarra de The Replacements sustituyendo a Bob Stinson. Una cosa trajo la otra, y sin quererlo acabé enganchado a un grupo de Minneapolis llamado High On Stress. (...)
Y bendita circunstancia. Porque desde hace semanas son una de las escuchas recurrentes en este Río. Y no solo por sus conexiones con The Replacements. Es otra cosa buena que tiene, en este caso, ser de provincias. Que los ídolos de tu ciudad lo son de una manera tan influyente que a veces abruma, pero tan cercanos, que el contacto es cosa del día a día. Y cuenta Nick Leet, guitarrista y cantante de High On Stress cómo, para la presentación de su segundo disco, Cop Light Parade (2008), se armó de valor, se hizo con el teléfono de Slim Dunlap, y sin conocerle de nada aparte de las muchas horas pasadas disfrutando de sus guitarras, le pidió que se uniera a ellos en escena. Claro, si al otro lado de la línea te contestan “Hi, Nick, I love High On Stress”, la sensación que debe embargarte es de las que no se olvidan. Y acabó tocando con ellos, y ellos llegaron a ser su banda de respaldo en algún concierto.
Aquí, que siempre hemos tenido claro nuestro amor por Westerberg y compañía, encendimos todas las alarmas. Si algo suena a Replacements, es de nuestro interés. Pero lo que esperamos es que no suene simplemente como, sino que tenga su propia identidad. Basado en sus maestros, en quienes les han hecho crecer como músicos, pero con su propio aporte. Y High On Stress no nos han decepcionado. Al contrario, añaden a sus influencias obvias un toque más alt-country o americana, pero sin perder de vista la energía como forma de conexión.
Sí, en sus dos primeros trabajos, Moonlight Girls (2005) y el mencionado Cop Light Parade, puedes sentir las pulsaciones de unos Uncle Tupelo, pero también desmelenarte con ecos a ese pub-rock del que es maestro Graham Parker y lo eran Brinsley Schwarz. Porque High On Stress son una gran banda de bar. Pero es que en su disco del año pasado, Living is a Dying Art, llevan todas estas influencias un paso más allá. Y a ellas se unen en descarado jolgorio el power-pop que va desde Big Star a The Smithereens.
Y es que pelotazos como abrir el disco con Bite your tongue y a continuación las saltarinas guitarras de These days are gone pocas veces se escucha. Y luego te encuentras con el precioso country-folk de Head, con la ayuda del violín de Caitlin Cary (Whiskeytown). Y enseguida compruebas como todo el disco está impregnado también de las esencias de otro agitador de los garitos de Minneapolis, como fue Bob Mould con Hüsker Dü. Porque Here is your smoking gun tiene la urgencia y la esencia que Mould aplicó a sus extraordinarios trabajos con Sugar y en solitario.
Vamos, uno de esos descubrimientos que saben a gloria y un disco que pronostica muchas escuchas.
High On Stress en Spotify
Suena la corriente: "Here is your smoking gun" - High On Stress
High On Stress en Spotify
Suena la corriente: "Here is your smoking gun" - High On Stress
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