Hoy en día, la música en muchos casos es un mero producto de consumo rápido, de usar y tirar. Cada vez hay más gente que se asombra ante el hecho de que algunos compremos discos, sí, físicos, ya sean vinilos o cd’s, y no canciones sueltas en formato digital. Pero será porque consideramos que las obras son un todo, porque nos gusta descubrir los hilos que atan unas canciones con las otras, desenredar la madeja que el autor nos ha ofrecido e identificar esas pulsiones que, como por arte de magia, dan consistencia al disco. (...)
Cierto es que, como siempre, como ha ocurrido toda la vida, en ocasiones caen en nuestras manos discos que no ameritan muchas escuchas. Pero cuando nos hacemos con uno de esos de largo recorrido, somos felices. Lo que no significa que estemos día tras día con él a cuestas. Lo machacamos, y puede pasar un tiempo hasta que volvamos a él, pero cuando lo haces, descubres que sigue tan fresco como el día de su primera escucha.
Seis meses es muy poco tiempo para desechar un disco. Pero de éstos, hay a cientos, lamentablemente. Y no es el caso de The old magic, el trabajo que publicó el año pasado Nick Lowe. Lo vuelves a escuchar tras unas semanas y sigue tan sugerente y subyugante como hace algo más de seis meses. Esos sonidos tan firmemente asentados en la década de los 50 mantienen su magia.
Nick Lowe es un hombre bastante poco amigo de los videos musicales. Casi 20 años llevaba sin realizar ninguno, pero ahora, tal vez arrastrado por las nuevas emociones que le suponen sus correrías en directo con Wilco, firmes usuarios de tecnologías visuales, ha dado su brazo a torcer.
Y elige para este retorno una canción tan maravillosa como Sensitive Man, que es eso, pura sensibilidad y sencillez, puro amor por el soul, el pop y el rock que arribaron a mediados del siglo pasado, y llena de la fina ironía y gracia de un gentleman inglés. Cuando cuenta que la canción le vino leyendo el libro de Peter Guralnick Dream Boggie: The triumph of Sam Cooke, entiendes perfectamente por qué, cuando cierras los ojos al escucharla, sientes que le iría como un guante a una de las voces más sobrecogedoras que ha dado el soul.
Puedes jugar a descubrir a Robyn Hitchcock o a los propios Wilco, entre otros participantes en el video, dirigido por Scott Jacobson.
Pero sobre todo, puedes disfrutar de una canción cantada por un alma sensible pensando en una alma gemela.
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