
Es lo que tiene ser un niño prodigio. Y si no un prodigio, al menos ser un mocoso que ya con ocho años tocaba guitarra, batería, hacía sus pinitos con el piano y componía sus primeras canciones. Que si con 14 años montas una banda alternativa, Radish, y con 16 dejas tu casa en Texas para girar por Europa, siempre vas a ser escrutado de una manera especial. Es éste un niñato más, o tiene realmente algo que decir. (...)
La experiencia de Radish pasó pronto, y Ben Kweller pudo centrarse en su carrera en solitario. Y ahora, con 30 años, sigue teniendo carita de niño encantador, pero lleva ya a sus espaldas cinco discos, producción más sólida que muchos creadores de edad adulta. Y en este Go fly a kite retoma la senda del power-pop que iniciara con Sha Sha en 2002. Su anterior disco, Changing horses (2009) había supuesto un no tan sorprendente cambio de registro, porque las influencias country-rock siempre habían asomado entre sus acordes, pero nunca había realizado una obra tan centrada en esos sonidos con base en Austin. Y sin embargo, no pudo evitar sembrar su country de gotas de puro pop, como en la pegadiza Fight, uno de los hits de este Río en 2009.

Vamos, que Ben Kweller no inventa nada. Pero todo lo que toca mantiene sus orígenes y está barnizado con su propia pátina personal. Y posiblemente, a un disco de power-pop no hay que pedirle mucho más. Que sea capaz de inocular una serie de melodías de esas que volverán recurrentemente a lo largo del tiempo, que sea capaz de alegrar una temporada que la grisura del ambiente se empeña en oscurecer.
Y la música, nómada de nacimiento, gana muchos enteros en movimiento. Y Go fly a kite pasa con creces el examen de la soledad del coche en cualquier carretera.
Nota: Ben Kweller estará en el Azkena Rock Festival 2012, el sábado 16 de Junio
Suena la corriente: "Mean to me" - Ben Kweller
Nota: Ben Kweller estará en el Azkena Rock Festival 2012, el sábado 16 de Junio
Suena la corriente: "Mean to me" - Ben Kweller
No hay comentarios:
Publicar un comentario