Lo mejor que le puede ocurrir a una ciudad es que casi cada día tengas la posibilidad de disfrutar de unos tragos, unos amigos y un poquito de rock’n’roll. Ya lo decían Burning, y esos, de las tres cosas, saben mucho. Por eso, que llegue un fin de semana y las dos noches grandes puedas salirte del circuito habitual de salas y bandas de Bilbao para pasear por el menos habitual, pero que mantiene con tesón la llama de esta música, es de agradecer. (...)
El Bar Trapi es un garito en los aledaños de La Casilla que lleva muchos, pero muchos años ofreciendo un ambiente acogedor y una música excelente. Como reza una frase ya clásica, “un bar sin nombre en un callejón sin salida”. Porque por delante del Trapi no se pasa. Al Trapi se va. Y ese es uno de sus mayores encantos.
J.J. Espizua, amante de la música como cualquiera de los que navegamos por aquí presentaba la sesión Folk Way. Revisiting the paths of American Folk. Y eso es lo que hubo. Intimista y comedido tono acústico para revisar una serie de clásicos de toda la vida. Acompañado en algunos temas por amigos como el propio Javi Trapi, Mati, Charo Torres o Iker Briñas, dieron cuenta de una excelente selección. Black Betty, Streets of Laredo, Stagolee, Man of constant sorrow, John Henry, Motherless children, The weeping willow, The house of the rising sun o St. James Infirmary Blues sonaron entre otras joyas.
Solo cabe esperar que esta iniciativa se repita, porque ver la sala llena alegraba la noche y reafirmaba el amor por esta música. Y entre todos ayudaremos para que así sea.
El sábado, y aún sabiendo que Alex Díez y su proyecto Cooper anunciaban fiesta en otra sala, nos pasamos por Fever para un sarao privado en el que cuatro noctámbulos de espíritu celebraban su cumpleaños. Y qué mejor manera de hacerlo que con la actuación de The Hustlers, banda de uno de los implicados. Una vez más pudimos saborear su garage y caverna, calentando la noche como ellos saben hacerlo. Con la participación especial de Jokin Salaverria al bajo (el miembro original estaba de viaje), se atrevieron incluso a llevar a su terreno gemas como I wanna be your dog o sobre todo It’s all over now, Baby Blue.
Perfecta cena para encarar el domingo y el momento en que disfrutas de la misa de doce de la Rockandrodri land, esta vez centrada en la conferencia sobre la arruga bella de Dylan oficiada por el gran Joserra en la Universidad de Sevilla. No sé si los tiempos están cambiando, pero que haya un ciclo dedicado a Dylan en una universidad es algo que habla bien del poder de la música.
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