Cada género musical tiene sus propias reglas, sus tiempos, está anclado a diferentes estados emocionales, anímicos, porque no otra cosa es la música mas que el encauzamiento de unos sentimientos a través de unos acordes. Algo que para unos pocos es fácil de conseguir y para nosotros, que podríamos ser muchos, pero desgraciadamente también somos pocos, muy fácil de encontrar, a nada que estemos un poco atentos y nos dejemos llevar por nuestros impulsos. (...)
Y para bien o para mal, casi nada hay nuevo, todo remite a épocas pretéritas. No sé si lo que llamamos genéricamente rock es un lenguaje que ya lo ha dicho todo, que ahora mismo se mira una y otra vez en sus arrugas pasadas, cuando era piel tersa, y el ombliguismo que rodea todo nos hace emocionarnos con lo que no es otra cosa más que una actualización de estilo. Y qué más da. Sinceramente, estar a la última es algo que ha importado poco en este Río. Descubrir el sonido más novedoso, la experimentación más transgresora para poder decir que somos chicos modernos nos la trae al pairo.
Que en pleno 2012 disfrutemos con el mejor disco de pop-rock circa 70/80 que se ha publicado en mucho tiempo es algo que no nos importa lo más mínimo. Que si es anacrónico, que si ya no tenemos edad para bailar pogo en el salón de nuestras casas o en el patio de cualquier sala de conciertos de tres al cuarto, no nos da la real gana de tenerlo en cuenta. Cierto que dedicamos muchos más minutos que antaño a música de corte más introspectivo, pero porque nos lo pide el estado anímico general. Cuando nos llega al plato un disco que es pura energía urgente y llena de acné, nos da un vuelco el corazón.
Y no dudo que estas mismas disquisiciones se las pueda hacer Jesse Smith. E igualmente no tengo dudas que le importan un higo. Quien fuera miembro de los Carbonas se desmarcó en 2008 con su proyecto Gentleman Jesse & His Men y nos presenta ahora, ya reducido a simplemente Gentleman Jesse su nuevo disco, Leaving Atlanta. Y qué disco!
Porque hoy en día, si alguien está publicando canciones, sí, canciones, que beben en las raíces del mejor pop-rock hecho a finales de los 70 y principios de los 80, ese es Gentleman Jesse. Tal vez, entre otros, Greg Cartwright al frente de sus Reigning Sound mantiene la estela, si bien con una mayor presencia del garage más académico (si es que esta expresión tiene algún sentido). Pero lo de Jesse remite directamente al corazón de The Nerves, al espíritu mismo de los primeros trabajos de Paul Collins, al gozoso sentimiento lúdico que fueron capaces de transmitir las guitarras de The Real Kids o de los Barracudas, y mirando por el rabillo del ojo al otro lado del charco, a los Costello, Lowe, Rockpile de nuestros amores. Pop-rock energético, power-pop rejuvenecedor, turgencia vital para tiempos grises.
Y si ya su debut era un compendio de todos estos estados propios del alma juvenil, Leaving Atlanta los encumbra a, simplemente, una manera de vivir. Dios, que no pase nadie a quien esos nombres le digan algo sin escuchar este disco. Sería irreparable. Ya, ya sé, que es un mimetismo, una repetición de esquemas. Sí y no. Si el disco hubiera sido editado en pleno 1978, así, tal cual está, hubiera sido un pelotazo. Pero es que en pleno 2012 tiene toda su razón de ser, si es que de lo que hablamos es de canciones.
Porque las guitarras de I’m only lonely son válidas en cualquier época, porque Take it easy on me, con esos sonidos de órgano y pandereta bebe en los Groovies, con un estribillo arrollador, What did I do es un himno juvenil desde ya, la pura esencia Beatles de Careful what you wish for, la más garagera del lote, Frostbite, la desesperación y urgencia de I’m a mess o ese puro rock’n’roll de los 50 que es el minuto y medio de Rooting for the underdog.
Son trece canciones como trece disparos. Pero en este caso con balas de placer.
El problema está en cómo eliges una como botón de muestra. Usando un dado de trece caras, no habría fallo cayera la que cayera.
Suena la corriente: "I'm only lonely" - Gentleman Jesse
Suena la corriente: "I'm only lonely" - Gentleman Jesse
Solo con las referencias que citas ponen los pelos como escarpias. Ya se cual será mi próxima adquisición, y con que sea la mitad de bueno que su debut me conformo.
ResponderEliminarun abrazo
Pepo, me parece un disco mucho más directo que su debut! Te aseguro que llevo días y días enganchado a él como si fuera puro chicle.
EliminarDe lo mejor del año por el momento, sin duda.
Ahhhh, estos días me siento mucho más jóven!