Sabes, hay días que no tengo mucha idea por dónde camino. Sí, ya sé que lo sabes. Ahí, tumbada, con los ojos entrecerrados, dejándote llevar, me conoces. Más de lo que creo, más de lo que crees. Y yo me repito, sabes, no sé dónde estoy. Echo de menos tantas cosas, otros Ríos que son este, pero eran de otra manera. Sabes, eran cuestión de sentimientos. En todo creo que lo pongo, pero añoro aquéllos. (...)
Y sabes, sí, sí lo sabes, cuando añoro, busco lo negro. Porque abraza de otra manera. Es caliente, es suave, es rasposo, es sincero. Grita y susurra, araña y besa. Te empapa y te seca. Te deja abatido, te deja triturado, porque te exprime, te extrae toda la ración de pasión que vas escondiendo por el camino.
Sabes, es una cuestión de pasión. Y cuando bailo y bebo de lo negro, me siento absurdo. Es tan inmenso, que me puede. Sí, pequeño alfeñique que se cree cosas que no es. Cosas que no soy. Y escruto, y reflexiono. Y pontifico. Y doy y quito. Pero en mis terrenos, en los que me siento seguro. Como el pequeño cobarde que todos llevamos dentro. El que esconde el puñal cuando ya ha herido. El que dice lo que no siente y ríe lo que no hace gracia.
Sabes, me envuelvo en lo negro cuando te quiero. Nunca un blanco dirá I love you como un negro. Hay un algo que siempre será especial. Serán años y años de sufrimiento, y este trae la pasión, trae el sentimiento necesario para decir I love you sin que suene ajeno. Me envuelvo en lo negro, y me dejo perder, sin palabras que escribir, sin ideas que contar.
Como hago ahora con Lee Fields. Prefiero los viejos, sí, los que llevan muchos años, los que arrugan el corazón de los que tenemos el corazón arrugado. Desconfío de los nuevos negros. Que sí, que son de ahora, que miran atrás. Pero yo miro atrás, y veo cosas que sienten mejor, o más, o distinto. Pero que sienten. Y Lee Fields siente. Como en los setenta, con ese groove, con ese funk, con ese soul. Sí, me pierdo, no lo domino, me dejo dominar. Porque de eso es de lo que trata la música. De dominar y ser dominado. Como la vida, vamos.
Pero bailo contigo mientras suena Still hanging on, porque no puedo parar, y quiero llorar con esa voz. Y soñar funky para decirte You’re the kind of girl, sí, ese tipo, el que me gana, el que me vive. Al que quiero susurrar Wish you were here cuando te vas, para luego reír de nuevo con Who do you love, yo lo tengo claro.
Sabes, con lo negro me pierdo. Soy tan pequeño. Pero lo negro me llena. Lee Fields nos regala, a ti y a mí, lo que buscamos. Y yo sigo añorando aquéllos otros Ríos. Que eran más sentidos. Porque los miraba con otros ojos. Porque buscaba nada, no como ahora. Y en aquellos Ríos, un disco como Faithful man era vivido de otra manera.
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