jueves, 10 de mayo de 2012

Justin Townes Earle
Nothing's gonna change the way you feel about me now (Bloodshot Records, 2012)
El disco bonito


Ay, creo que casi todos podemos recordar aquellas épocas en que nuestras madres querían hacer el papel de celestinas con alguna hija de alguna amiga, y nos hablaban de sus excelencias con el resumen final: es una chica muy maja. Modo peligro: muy maja habitualmente significaba eso, muy maja, y bastante fea. Y ojo, lo dice un tipo que siempre fue presentado a esas mismas hijas como un tipo muy majo. (...)


De la misma manera, activo el modo peligro cuando lo que más leo sobre un disco es que es muy bonito. La mayoría de las veces, muy bonito equivale a bien, pero… Pues esa es la impresión sentida escuchando el nuevo trabajo de Justin Townes Earle, Nothing’s gonna change the way you feel about me now. No es mal disco, está bien grabado, suena relajado y tranquilo, es bonito, pero…

Pero lo atisbo exento de riesgo. No llega a rasgar como lo hacía con ese country, folk y rock más rasposo y obtuso de sus anteriores trabajos, como Harlem River Blues o Midnight at the movies. Y el caso es que nada en concreto se le puede reprochar. Salvo que pasa como el agua, saciando pero sin dejar poso. Y siempre serán preferibles los vapores etílicos del buen whisky.

Vale, vale, no es cuestión da atizar el oscuro pasado del hijísimo. Earle ya ha superado el apellido Earle. No por supuesto en cuanto a cantidad y calidad de la obra, sino en cuanto a que ya puede presentar una tarjeta propia, ya puede defender su creación más allá del hijo de… Earle ha asumido las influencias de su padre, las del maestro que le dio su segundo nombre y su propia idiosincrasia, para correr sobre su propio camino. Pero las canciones se suceden, con ese tono soft-soul de la que da nombre al disco, de Maria o de Am I that lonely tonight?, los ambientes jazzy de Down on the Lower East Side o la balada Look the other way, que remite directamente a las piezas más anodinas de Springsteen o a los últimos trabajos de Van Morrison.

Porque posiblemente, todo ese ambiente Morrison revolotea por todo el disco. El Morrison de las últimas épocas. Es eso malo? No. El señor Morrison difícilmente entrega un mal trabajo, pero sí muchos prescindibles. O al menos con menos alma de la que promete.
Vamos, que el disco del bueno de Justin, si viniera firmado por el de Belfast, acapararía loas de Francino en pleno prime-time.
Tú ya me entiendes.

Suena la corriente: "Baby's got a bad idea" - Justin Townes Earle



No hay comentarios:

Publicar un comentario