Si los Stones venían, entrábamos en el mapa de la música en directo. Para mí, era una estrategia vital. No hubiese venido después tanta gente si no llega a ser por el aval de los Stones. Un mes después del concierto, Bill Graham me mandó una carta porque quería venir con Santana… y luego traería a Dylan. En aquella época, yo lo veía como en la película de los Blues Brothers: “Estamos en misión divina”.
Las vicisitudes de aquel concierto son inabarcables. Yo quería hacer un auditorio en Cambrils, Tarragona, y por pugnas entre alcaldes hicieron circular que los Stones llevaban camiones llenos de tíos que abrían las puertas y violaban a las mujeres. La gente se lo creyó y nos eliminaron de Cambrils.
Es que sinceramente, conseguir realizar aquella primera actuación de los Rolling Stones en la Monumental de Barcelona, apenas seis meses después de la muerte de Franco y sin saber muy bien aún hacia dónde íbamos, tuvo que ser una marcianada. Pero ocurrió, y a partir de ahí, Gay Mercader pasó a convertirse en el principal promotor de grandes conciertos a través de su empresa Gay & Company.
Ahora, retirado, ha puesto a disposición toda su memorabilia para la creación de la exposición Live Music Experience, que entre el 7 de Junio y el 2 de Septiembre tiene lugar en la bilbaína Alhóndiga.
Y lo que más interés ofrece es precisamente eso, memorabilia. Cierto que hay espacios interactivos, alguna información sobre cómo es la preparación de un concierto en vivo, anécdotas de camerino, pero, al menos para los que llevamos más de 30 años saboreando música en vivo, frente, sobre y detrás de un escenario, no deja de ser algo superfluo.
Ay, pero la mayoría de seguidores del rock como enfermedad no tenemos nada de iconoclastas. Eso de negar el culto y destruir las sagradas imágenes no va con nosotros. No soy el único que durante años habrá atesorado las entradas de los conciertos, las fotos y artículos, los posters anunciadores, y cuanta imaginería nos podamos encontrar. Somos fetichistas, adoradores de recuerdos que han ido alimentando nuestra vida. Y en ese aspecto puedes encontrar viejas reliquias que te ayudan a hacer tu propio recorrido nostálgico. Dividida en cuatro salas/épocas dedicadas a cada década, los 70, 80, 90 y 00, cada una con información cronológica de los eventos sociales, culturales y musicales más importantes, son las dos primeras en las que uno puede saborear más recuerdos, por edad, por lejanía temporal, por ruptura social, en una palabra, por nostalgia. Y es que leer de nuevo sobre el concierto de Lou Reed en 1980 en el Estadio Román Valero de Usera, Madrid, que terminó con invasión de público y destrozo total del escenario, es recordar una de las primeras trifulcas familiares por haber querido ir al mismo y no haber obtenido el permiso paterno. O ver la colección de guitarras autografiadas que gente como los Stones, Angus Young o Jimmy Page han ido regalando a Gay Mercader a lo largo de los años, en especial las dos acústicas de Bob Dylan y Neil Young, hace que la envidia sea casi malsana. O fotos del concierto de los Stones en el Calderón en 1982, donde mis 17 años fijaron en la memoria la tromba de agua mientras en el escenario comenzaban el riff de Under my thumb.
Comisariada por Patricia Godes, dispone también de una sala donde repasa la música en directo en Euskadi, que se ha montado bajo la supervisión de Roberto Moso.
En fin, puede haber dudas sobre qué valor tiene una exposición como ésta para las generaciones más jóvenes, pero un viejo fetichista como yo ha pasado un buen rato.
Y, como es habitual en este tipo de eventos, se ha preparado una programación de actividades paralelas formada por conciertos, conferencias, realización de programas de radio en vivo (principalmente, Radio 3) y una selección audiovisual de música en vivo.
El fin de semana que viene voy a verla, aprovechando que viene mi hermano, somos fetichistas amigo mio, ya lo creo, y algo de coleccionistas también tenemos, y freakys, creo que voy a disfrutar, buena idea la de promocionar e informar sobre este evento.
ResponderEliminarSaludos tío.
Creo que puedes pasar un buen rato, Addison.
EliminarYa me contarás.
O sea que te libraste del concierto de Lou Reed por los pelos... ¡Debió ser espeluznante! Muchas gracias por vuestro interés en LME. Contadme que os parece cuando la hayáis visto, ¡por favor! Hemos trabajado mucho (yo unas 18/20 horas al día, ¡lo juro! ¡Sólo con el productor técnico me he cruzado 700 y pico emails!) y hemos intentado no caer en algunos de los tópicos irritantes que siempre se repiten cuando se habla de música en los medios generalistas y me gustaría que los visitantes, sobre todos los que sois melómanos, lo notasen... No hay duda de que para los fetichistas y fans la expo tiene mucha miga, como tú dices! pero yo opino que a la otra gente, los que somos más flemáticos, también nos gusta disfrutar de la música... Y los nerdos y listillos, esos que disfrutan desenroscando botones, seguramente se lo pasarán bien escudriñando los entresijos -lo mismo que los chavales y gamberros con los juegos- y en conjunto hemos pretendido que sirva para recordar y revivir... Pero también para comprender a los que no han tenido la suerte de disfrutar 30 años de la música en directo. Para mí es importante que no sea exclusivista porque Alhóndiga es un sitio público que nos ha cedido la ciudad de Bilbao y creo que tienen derecho a disfrutar todos los ciudadanos... El éxito de la expo sería que un señor que fue a ver a Rory Gallagher en 1975, trajese a su nieto a contarle batallitas! Y ya, si el niño le pide que le compre una guitarra sería lo indecible... Lo dicho: gracias por el interés y contadme luego...
ResponderEliminarPatricia, por los pelos me libré de la debacle de Lou Reed (pero te aseguro que me hubiera gustado estar, rebeldías de juventud!! jajaja)
EliminarTe agradezco muchísimo el comentario, y aprovecho para darte la enhorabuena por la exposición.
Como bien dices, tal vez yo ya sea alguien ganado hace mucho tiempo para la causa. Pero el día que fui, centradito yo en los 70, me encantó ver a un padre con su hijo, interactuando en las actividades y explicándole fechas y grupos.
No es difícil adivinar que de eso se trata.
Y tomé la decisión de que antes de que termine, llevaré a mi sobrino (me lo traeré desde Madrid), porque debe verlo. Seguramente él tampoco es neutral (17 años y montando su primera banda), pero sé que lo va a gozar.
Lo dicho, gracias y un abrazo!
Por favor, Sí! Lleva al sobrino y a ver qué le parece! Luego me cuentas! Me alegro de leer esto que dices xq veo que sí, que queda patente lo que hemos buscado y me alegro de que te haya gustado: reconozco que tenemos un poco de miedo a los que os gusta y sabeis de música! ¿No me dices nada de los interactivos? Borja (Borja Dopico de Zorrozua Asoc.), el productor técnico, ha tenido unas ideas deslumbrantes y perfectamente coherentes con cada una de las décadas. Para mi los interactivos son la parte más novedosa: convertir en juego la cultura musical frente a nuestra pedantería habitual me parece bárbaro! Y eso que no los he probado porque soy sosa profesional(bueno... con los platos y el Vj, sí que me he atrevido... Un abrazo fuerte y enhorabuena por el blog!
ResponderEliminarYa te contaré lo de mi sobrino, y coincido contigo: me pasé un buen rato haciéndome el DJ!!!!!
EliminarEso me gustó, que los interactivos dan una dimensión distinta a la expo!
Oye, por cierto: quería poner el myspace de lo que han hecho recientemente Carmen Madirolas y Antonio Sigfried en el post (qué bonito! enhorabuena!) sobre la canción de Los Bólidos, pero no he sabido como. Lo pego aquí http://www.myspace.com/50porcierto/music. Un saludo (Los Bólidos fueron los primeros amigos que me hice en Madrid)
ResponderEliminarGracias por el enlace. No sé por qué, pero en algunos post ha desaparecido el enlace para dejar comentarios (en los post más antiguos).
EliminarLos Bólidos fue un excelente grupo de aquel power-pop tan directo de la época. Y Ráfagas, una auténtica joya!!!