The Zeros Contra la astenia primaveral

Revisando los últimos artículos de este Río, uno intuye que la cosa se va espesando. Emociones en directo y discos históricos, novedades más lisérgicas que saltarinas, batacazos deportivos (no de práctica deportiva, que uno es más bien seguidor de cerveza en mano y chuletón en plato),… En fin, que estamos en plena astenia primaveral, y es hora de desperezarse y ver la vida bajo el sol y las mangas cortas. De sentirse un poco más joven. (...)

Así que retomamos los vistazos atrás de los martes. Y es divertido como una cosa te lleva a otra, y todo se enlaza. Chuck Prophet tocaba en directo no hace mucho el Always a friend, que Springsteen ha tocado en escena más de una vez con el destinatario original de la canción, Alejandro Escovedo, que a su vez es el hermano mayor de Javier Escovedo, que estos días puede presentar por fin en vinilo y cd su disco City Lights, y que fue parte esencial de uno de esos grupos capaces de seguir alegrándote una primavera. Porque recuperar Don’t push me around, el recopilatorio de The Zeros que editara el bueno de Greg Shaw en su sello Bomp! y que aquí nos dio en bandeja Munster Records siempre es una gozada. Porque aquel punk de finales de los 70 envejece como nosotros (vamos, que muy bien!), y ese disco en concreto es uno de esos que te llevarías sin duda a la tumba, todo sea por animar los guateques que se puedan montar en el infierno.

Javier Escovedo, Robert López (el gran El Vez!), Héctor Peñalosa y Baba Chenelle formaron The Zeros en 1976 en Chula Vista, California. Siempre he pensado que se conjugaron varias perfecciones: el nombre de la ciudad que les vio nacer (Chula Vista me parece de una sonoridad espectacular), el nombre por el que optaron (The Zeros es perfecto para unos jovencitos en pleno auge del punk, nihilismo y lucidez plena), el primer concierto importante en el que participaron (compartir escenario angelino con The Germs y The Weirdos se antoja un sueño), tener como mentor a un tipo como Peter Case (uno de los iconos de este Río) y ser capaces de publicar dos primeros singles con cuatro canciones que han pasado a la historia de la música más urgente, más directa, más diabólicamente juvenil. Porque eso es lo que son Wimp, Don’t push me around, Beat your heart out y Wild weekend, cuatro pelotazos, cuatro canciones que no muchos grupos pueden decir que tienen en su cancionero. Cuatro canciones que te hacen creer que el rock’n’roll, cuando quiere y puede, es todavía revolucionario.

Hablando de ellos siempre saldrá mentada la dichosa etiqueta, the Mexican Ramones. Pero el valor de The Zeros no viene por ser de origen mejicano, ni por compartir urgencia con los Ramones. Tienen personalidad propia, y fueron capaces de soldar con plomo las influencias de grupos coetáneos como Wipers o X, con New York Dolls o Stooges, y abrillantar (o ensuciar) el sonido con la pátina de Standells o Seeds. Puro garage/punk/pop, tres palabras soberbias en solitario y atómicas reunidas, como demostraron en su disco de 1999 Right Now!

Aún hoy siguen juntándose los cuatro (tocaron en España hace un par de años), aún hoy siguen manteniendo carreras en solitario, aún hoy siguen siendo influencia para muchas bandas, y aún hoy siguen siendo capaces de hacer que un muy adulto vuelva a sentir el candor juvenil.

Suena la corriente: "Beat your heart out" - The Zeros