Lo dejamos escrito por las redes sociales para que quedara
constancia, justo en el momento en que ocurría: Corizonas son, hoy por hoy, una
de las propuestas más apasionantes del rock’n’roll nacional. Les da igual que
tengan que abrir jornada a las seis de la tarde, que la jornada sea la última,
con el consiguiente estado zombi de muchos de los asistentes, que actúen en el
escenario principal… No quiero ni imaginar lo que hubiera sido a mejor hora y
con más público. Pueden con todo. (...)
Porque abrir la última jornada a hora taurina no deja de ser
un marrón. Porque alargaron los cincuenta minutos de que disponían a fuerza de
chulería, pasión y garra. Y porque con todo ello fueron capaces de convertirse
en el mejor bocado de todo el día, el concierto que hubiera merecido cerrar el Bilbao BBK Live. En estos momentos, Corizonas no son un grupo
de aperitivo, sino de plato fuerte para una cena. Sus trayectorias anteriores
(y actuales, todas siguen en activo) les avalan: Sex Museum, Depedro, Los Coronas,
Arizona Baby... Y juntos son capaces de ocupar cada uno su lugar, que sin dejar
de ser preferente, está al servicio de la banda.
No es habitual este tipo de uniones en España, pero es que
tampoco es habitual ver gente con el conocimiento musical que atesoran. Pueden
centrarse en su excelente disco debut, The news today, pleno de sonidos fronterizos
americanos, pero capaz de incluir joyas pop como ese folk melódico que es Run
to the river, sinceramente, una canción que hubiera merecido ser un absoluto número
uno en este país, por sencillez, melodía pegadiza, y a la vez, consistencia clásica.
O pueden centrase en versiones habituales de su primera gira antes de la fusión
nominal, como ese Wish you were here. Ver la canción de Pink Floyd interpretada
con contrabajo y convertida en puro sonido americano es toda una experiencia. O
pueden recuperar oscuros pasajes de pop sesentero, como la canción incluida en
su nuevo EP, Piangi con me, versión de un curios grupo inglés, The Rokes, cuyo
triunfo se asentó en Italia, donde fueron en un principio banda de
acompañamiento de Rita Pavone. Piangi con me es un caramelo sixties de regusto
dulce y ácido a partes iguales.
La prestancia escénica de Javier Vielva y Fernando Pardo está
fuera de toda duda, y pusieron muy difícil al resto del cartel superar un
inicio que sabía a fin de fiesta. Porque como dijo Pardo, disfrutad cada
momento y no dejéis nada para el final,…, porque igual no hay final.
Eli Paperboy Reed repitió el set que había interpretado la
mañana del día anterior en la Sala BBK, con su actual tendencia al funk, si
bien con un sonido fuzz de su guitarra mucho más sucio y que apuntalaba
perfectamente su ritmo negroide. Dio sobradas muestras de su capacidad como
front-man, logrando poner de rodillas a casi todos los asistentes para saltar
junto a él en la explosión final. Obviamente, hubiera merecido, igual que
Corizonas, mejor horario y más tiempo.
Los escoceses The View son jóvenes creadores de lubrificadas pildoritas pop, himnos juveniles con un pie en The Jam, otro en Buzzcocks, y la
puntera de ambos en propuestas más recientes como Oasis o The Libertines.
Entran a la primera como trago fácil y lúdico, pero a la larga resultan algo
planos. Sin duda, un escenario de esas dimensiones les resultaba algo grande, y
su pop-punk se disfruta mejor en sala llena de humo, sudor y alcohol.
Hemos de reconocer que lo de Keane es un absoluto misterio para
este Río Rojo. Que si buen sonido, que si melodramáticas melodías, pero estamos
completamente incapacitados para encontrar un atisbo de mínimo interés en esta
gente. Por eso resultaba mucho más reconfortante la fuerza escénica e
instrumental de Enter Shikari. Un cruce entre hip-hop y hardcore que por fin
ponía un poco de descontrol sónico tras el placebo de Keane.
Y Garbage cerraban los grandes nombres de la edición de este
año, recuperando sonido e imaginería de los 90. Nunca hemos congeniado mucho
con su propuesta, pero hay que reconocer que Shirley Manson derrocha chulería y
cierto aire macarra, y enfundada en su camiseta de Patti Smith, es capaz de
arengar con gracia a las masas. Sonaron clásicos como I think I'm paranoid, pero
cuando arremetían el final del concierto, el sonido se cortó por
completo por fallo técnico. Claro que ellos no se enteraron (los monitores de
escena, ya fueran de pie o de oreja, continuaron sonando), lo que dejó la
inusitada imagen de una banda tocando y moviéndose mientras para los asistentes
el silencio era completo, con el consiguiente cabreo cuando fueron conscientes
de ello. Cosas del directo, como dirían en los bises.
Para entonces, nosotros ya estábamos enfrascados en una
deliciosa charla con Xesc Carbonell, guitarrista de los mallorquines Son &The Holy Ghosts, de quienes ya hemos dado cuenta en el Río, y Sarita Gómez, que
nos regalaron su flamante último mini-LP, Shadows & Monsters.
Por un momento pensamos que podíamos cambiar el devenir de
la música, en disco o en directo. Supongo que como cada una de las almas que
acude a un festival similar.
El lunes, cada cual estaba con sus miserias.
¡Qué gran placer volver a recordar el último día del BBK Live! Con menos gente, menos agobios y dos conciertos (Corizonas y Eli Paperboy) de lo mejor del festival.
ResponderEliminarCorizonas, en concreto, me parecieron el mejor grupo nacional y sin duda hubieran merecido un horario mucho mejor, a la altura de los cabezas de cartel.
Hoy retomamos los ensayos con más ganas que nunca. Que sepas que esa charla a altas horas alimenta esa llamita a orillas del Mediterráneo.
Gracias por todo Río Rojo, nos vemos por el norte y sabes que en la isla de la calma siempre serás bienvenido.
Xesc (Son & The Holy Ghosts)
Gracias a vosotros, Xesc!
EliminarY esperemos que vuestras guitarras suenen de una vez por todas por el norte! Esa línea directa mediterráneo-cantábrica!
Totalmente de acuerdo con vosotros, esperaba mucho de Kane y ni me enteré, esperaba mucho de The View y me parecieron pequeños y casi toda "la culpa" la tuvieros los Corizonas, a los que casi ni conocía. Me sonaban a Hype-Indie a la española y al final me han parecido el grupo que puede dar un giro al rock a la música independiente. Grandes y parece que a ellos les da igual, tan felices.
ResponderEliminarPues me alegro que te hayas acercado a ellos. La gente de Corizonas lleva muchos años en el rock nacional como para ser un hype.
EliminarAhora a no perderles la pista.
Un saludo y gracias.