Decíamos en la Píldoras que una vez más, The Cynics volverían a hacernos algo más felices el sábado por la noche. Y no nos equivocábamos. Los que les seguimos desde hace mucho tiempo, y ya vamos teniendo una edad, sabemos que envejecer es un arte, y quien más quien menos vadea el camino como buenamente puede. Ellos parecen empeñados cada noche que se suben a un escenario en ofrecer una nueva lección sobre cómo no envejecer, o hacerlo bien. (...)
No olvidemos que llevan desde 1983 ejerciendo como miembros de la cofradía del fuzz, endilgando píldoras energéticas a todo el que se aventura por sus surcos, sabiendo que una carrera se basa en la actitud y en el almacén de canciones que uno pueda llevar en su baúl. Y los de Pittsburgh lo pasean repleto de joyas, de las que muchos hemos ido bebiendo a sorbos durante los mismos años que ellos nos las han brindado.
Con la ya habitual compañía de los Cynics asturianos, Ángel Kaplan y Pablo González Pibli, Gregg Kostelich y Michael Kastelic son como el aceite y el vinagre. Diferentes y de necesaria combinación para el buen aliño. Uno sabe embadurnar todo el mecanismo para que la máquina funcione engrasada y el otro aporta la imagen y el ademán para el espectáculo. La guitarra de Gregg va desde el ritmo melódico que bebe en los 60 hasta el lamento hiriente y rabioso de Detroit como quien no quiere la cosa, como quien lleva una vida haciendo música de y para la oscuridad del garaje. Y el histrionismo salvaje de Michael atesora los antiguos momentos estelares escénicos que tantas veces perpetraron Jagger e Iggy Pop.
Ante una concurrencia no excesivamente nutrida, ellos saben lo que tienen que hacer: ni más ni menos que ofrecer lo que tienen. Desde canciones de su último trabajo, Spinning Wheel Motel (2011) hasta un amplio recorrido por su gemas, con parada especial y profusa en esa obra maestra que es Rock&Roll (1989) e incluso vistazo a su primitivo Blue Train Station. Esa es la manera de disfrutar de algo más que recuerdos, Baby what’s wrong, Way it’s gonna be, No way, Close to me o la joya que es Girl you’re on my mind junto a sus recientes I need more, Spinning wheel motel o esa delicia de prístino 60’s pop de nombre Gehenna.
Sabemos que nos visitan con regularidad, sabemos sus canciones, esperamos las nuevas, sabemos que en escena tendrán noches mejores o peores, pero también sabemos que sabrán alegrarnos esa noche.
Esa es la credencial de la honestidad.
* Compra los discos de The Cynics a través de Get Hip Records, la compañía de Gregg.
Suena la corriente: "Gehenna" - The Cynics
* Compra los discos de The Cynics a través de Get Hip Records, la compañía de Gregg.
Suena la corriente: "Gehenna" - The Cynics
Ferpectamente! en Madrid tb cumplieron, y seguro que en tour lo haran a tope.
ResponderEliminarSalud
Lo que pasa es que estos hacen algo más que cumplir!!
Eliminar¡Pedazo guitarrón el del excelente tema con el que nos ilustras y nos pones al día con estos auténticos maestros!
ResponderEliminarGracias R.R!
Lo de Gregg Kostelich es la bomba, sigue teniendo pura magia a las seis cuerdas!!!
EliminarAbrazos, Mad.
Observo que en este retorno de Kastelic y compañía han continuado dando muchas satisfacciones al personal. Saludos.
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