The Hi-Risers Hang around with you (Rock&Roll Inc., 2012) Empaquetando los problemas

Las cosas claras desde el principio. En la portada del nuevo disco de The Hi-Risers, Hang around with you, aparece una entradilla que reza: File under: Rock&Roll, of course! Y no hay más vueltas que darle. Ya sabes dónde ponerlo en tu estantería casera, o el mocetón de la tienda de discos de al lado de tu casa a qué cubeta dirigirse. Porque es eso, puro rock’n’roll. (...)

Puro rock’n’roll, o puro beat, garage, country, rockabilly, doo-woop, surf,…, pura energía, pura diversion, joder, puras ganas de vivir. Hay música revitalizante, y de la otra. Ambas tienen sus momentos. Pero cuando encaras cualquier disco de The Hi-Risers, lo único que quieres es sacarle a bailar a Ella (sí, y agarraditos en Way back when, que estos locos de Rochester también tienen su corazoncito), abrir las cervezas para tus amigos (para cantarles a coro Where’s the life of the party) y encerrar todos tus problemas (veremos si caben) en una maleta y facturarla al más allá. Estos días que el verano se va escapando, que el otoño trae las primeras lluvias y frescos (que uno vive en el norte, y aquí cumplimos escrupulosamente las estaciones, no como otros) y que vuelve la angustia del día a día, no dejo de cantar, de saltar, de bailar con ese arrebatador hillbilly Pack all my troubles. Sí, así nació el rock’n’roll, en las high schools americanas y con una cerveza en la mano.

Greg Townson y Todd Bradley llevan mucho tiempo tocando la esencia de unas teclas que dominan como pocos. Son instrumentistas de prestigio, han acompañado a gente como Hank Ballard, Bill Doggett, Bootsy Collins, Pee Wee Ellis, John Ellison o Bo Diddley, y las baquetas de Jason Smay vienen del jazz, del blues o de acompañar a Wanda Jackson. Casi nada. Y sin embargo, saben que el rock es sentimiento, melodía y vida, y que la prestidigitación instrumental debería estar siempre al servicio de la canción.

La canción, esa palabra gozosa y tan maltratada. Cada canción de su último disco puede ser un perfecto single. Desde el power-pop ramoniano e infeccioso de Hang around with you al garage de Fire Hazard, del country-pop de Silver Saddle Motel al surf anfetamínico de Jump Star, del beat de I like the way she’s mine al homenaje a los nombrados en Watch the Monkees. Y saben regalarte canciones con las que te identificas al momento. A ver, alguien de la sala miraría hacia otro lado al escuchar I’m in love with my record collection? Venga, hombre, que quien perdió casi toda su colección en una inundación (ya salió otra vez, no lo puedo evitar) da fe clara de la ruptura sentimental que supuso.

Su octavo álbum, y siguen sabiendo tocar la tecla. Porque eso no se olvida.

Y nos permitimos acabar con una frase acreditada al dueño de una sala que aparece en la hoja promocional que nos han hecho llegar la buena gente de Rock&Roll Inc. Records:

Hace falta ser un completo idiota para no amar a este grupo!

Sin la más mínima duda.

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Suena la corriente: "Hang around with you" - The Hi-Risers