
No, esta vez, 48 horas después de que The Nomads descargaran toda su potencia en la Sala Jimmy Jazz de Vitoria, los oídos no me zumban. Decíamos cuando hicimos la revisión de su nuevo disco Solna hace unas semanas que nunca podríamos olvidar un concierto en los 80 en Madrid que a la postre posiblemente haya sido la mayor descarga sónica que han soportado estos maltrechos oídos. Y no, tampoco íbamos con miedo a Vitoria por si se repetía la historia. En el fondo, tal vez algo malsano, pero es todo un gusto esa descarga de brutalidad sonora. (...)
Se me ocurren varias explicaciones. Que The Nomads hayan atemperado en cierto sentido su potencia, que ya tienen una edad (la pienso, pero aunque se les ve más contenidos, la descarto de inmediato). Que las autoridades hoy en día ejerzan mayor presión sobre las salas a la hora de controlar los decibelios (lo veo bastante factible). Que el estado de mis oídos no sea el mismo que hace 25 años, y lo que entonces fue potencia descomunal, hoy sea un sonido fuerte, pero sin estridencias (mmm, muy a mi pesar, también es bastante factible).

Presentaban en directo su nuevo disco, Solna, pero apenas cuatro canciones sonaron del mismo. Son conscientes del bagaje que atesoran, y lo quieren compartir. Y por eso, no olvidan Primordial ooze, Don´t tread on me, Top alcohol, (In a) house of cards o ese incendiario himno lúdico que es Wasn´t born to work. Y hubo un momento, mediado el concierto, donde enlazaron cinco canciones que supusieron el antes y después del show, ese punto de revolución necesario.

Sí, The Nomads siguen en forma, tanto sobre como bajo el escenario. Porque al finalizar el concierto, pudimos charlar un ratito con Nick, y tras presentarnos, lo primero que dijo fue un sincero, y creíble, agradecimiento por la crítica publicada en Río Rojo. Son simpáticos y cercanos a pie de sala, y robustos y potentes sobre las tablas.
Muy buen concierto. De acuerdo al 100% con todo lo que dices. No atronaron a base de decibelios, pero estuvieron perfectos: sobrios, divertidos y con actitud. Me gustó mucho la complicidad que tienen entre ellos; se ve que después de muchos años siguen teniendo camaradería y disfrutan con lo que hacen. Unos fenómenos.
ResponderEliminarEso es lo que más me gustó, se creen lo que hacen, y lo hacen con todas sus ganas. Y son unos tipos estupendos. Así da gusto!
Eliminar