Hay una serie de nombres que consiguen que las aguas de este Río dejen de remansarse para comenzar un agitado discurrir. Son gente que ha conseguido en más de una ocasión, y en más de un proyecto, tocar fibra sensible. Y Ken Stringfellow es uno de estos tipos a los que debemos más de un buen momento. (...)
Y siempre hemos seguido con cariño sus andanzas con su gemelo profesional Jon Auer. Ya sea en The Posies, ya sea como apoyo para los resucitados Big Star de Alex Chilton antes de que éste nos dejara definitivamente (nos esperará componiendo nuevas glorias con Chris Bell?), ya sea como compinches de Scott McCaughey y Peter Buck en The Minus 5 y también de este último (bueno, y de Scott, otro que está en todas) en R.E.M. No, currículo no le falta a Stringfellow, y menos si tenemos en cuenta su carrera en solitario, abierta con This sounds like goodbye (1997) y seguida con los excelentes Touched (2001) y Soft Commands (2004). Y aún habría que contar a la banda noruega The Disciplines, y, así y todo, dejamos notas por el camino.
Un currante más, que lleva en venas y guitarras esa llama encendida por el mejor power-pop, y que ahora nos presenta su nuevo trabajo, Danzig in the moonlight, grabado en Bélgica. Y sinceramente, en las primeras escuchas nos dejó un tanto descolocados. Esos ritmos programados que inician Jesus was an only child y continúan en Superwise no borran de un plumazo su alma pop, porque son eso, caramelitos de pop, pero con texturas diferentes. Y luego está el corte más prescindible, Shittalkers, épico pop insulso que sin embargo puede ser el título más comercial de la colección. Porque sí, es un álbum inconexo, poco homogéneo, extraño, y sin embargo…
Pues es que los discos suelen tener vida propia, y en contra de las primeras impresiones, ahí se ha abierto hueco a codazos, y ha sonado en nuestros diferentes reproductores más veces de las que esas primeras escuchas hacían intuir.
En apariencia no termina de despegar. Pero están presentes esas melodías y sensibilidades que le han hecho grande. Cómo de otra forma podríamos hablar de 110 or 220 V? Una absoluta caricia, apuntalada por armónica, que es capaz de provocar mil sensaciones. Y está You’re the gold, un alma pop envuelta en esas melodías que sí llevan el sello atemporal de quien ha creado un buen ramillete de ellas. Y de ninguna manera vamos a olvidar Doesn’t it remind you of something, un vals country-folk susurrado a dúo con Charity Rose Thielen, cantante y violinista del grupo de Seattle The Head and The Heart. Y así transcurre el disco, sin una línea definida que lo mismo le lleva del soul-funk cantado en falsete en Pray al folk de Even the forgers were left fingering the fakes, con sus guiños a Beatles. Y sin embargo, logra hacerse con ese espacio que le mantiene cerca y vivo.
Y desde mañana, le tenemos de gira por aquí. Nosotros, con la inmensa suerte de verle en Irún junto a Redd Kross. Y quien no pueda, tiene donde elegir:
+ 05/12 – Irán (Ficoba) + Redd Kross
+ 06/12 – Gijón (El Patio de la Favorita)
+ 07/12 – Murcia (Teatro Circo)
+ 08/12 – Granada (Teatro Isidoro Máiquez)
+ 09/12 – Castellón (Four Seasons)
+ 10/12 – Valladolid (Café España)
+ 11/12 – Barcelona (Be Cool Club)
+ 12/12 – Zaragoza (La Lata de Bombillas)
+ 13/12 – Madrid (Siroco)
+ 14/12 – Ourense (Café Pop Torgal)
Creo que no perderé el respeto por este hombre hasta que él coja un kilo de más, cosa que no creo que pase si sigue así. Siempre me parece interesante todo lo que hace. Saludos.
ResponderEliminarPD: La de veces que me habré sentado también en una escalera con un palo y nunca llegué a imaginar que podría llegar a ser una foto promocional de un músico. Cosas.
Yo también he estado en esa situación, pero me temo que no tenemos ni el glamour ni la facilidad para crear gemas como hace él!!!
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