Nos complicamos la vida de mala manera. Siempre buscando esa presentación de nuevo disco en escenario de postín, siempre soñando con ir a ese concierto del que todo el mundo hable, siempre con el yo estuve allí presente, siempre marcando cruces tras ver en directo a uno de esos grandes que aún faltaban en tu lista (como si esto fuera una mera sucesión de productos de supermercado), siempre con el hay que estar en la boca… Y de verdad, esta historia no va de eso. (...)
Y luego todos, y servidor el primero, nos sacamos la lista de los mejores directos del año. Y la revisas y no deja de chirriar, que si un palacio de congresos, que si un estadio de fútbol, que si un auditorio. Joder, el estadio es para veintidós tíos en calzoncillos y el rock en un palacio no deja de ser una prostitución de su esencia.
Porque luego, un jueves noche de mierda, con lluvia, con frío, te acercas a un garito clásico, sin escenario (y que más da) pero con infinitas ganas y buen hacer, y tres tipos sin la más mínima pretensión deciden rockear por el mero placer de hacerlo. Y los que están enfrente habrán ido a tomarse una cerveza, a olvidar nuestra basura de vida, a charlar, a ver el concierto, a robar un beso o simplemente a bailar un rato. Y sabes que sí, coño, que de esto se trata. Que luego eres un émulo de no se qué y tienes un blog, un panfleto, un fanzine o como quieras llamarlo, y piensas en llenarlo con oropeles y nombres de toda una vida, cuando lo que deberías hacer, y lo sabes, es hablar de lo que te salga en cada momento, sin más pretensiones que el mero desahogo.
Al menos sí hay gente que siente placer en llevar al rock’n’roll a donde nació y donde más a gusto está. Lee Perk no es otra cosa que el alter ego de Alfredo Niharra, guitarrista de The Fakeband y otras bandas, y simplemente, un amante del rock. Sólo eso, pero nada menos que eso. En formato trío, con Natxo Beltrán (existe mayor hiperactividad que la del bueno de Natxo?), Juan, unas Gretsch, unos cuantos bourbon 
con cola y un puñado de canciones, propias y ajenas. De verdad, necesitamos más?
con cola y un puñado de canciones, propias y ajenas. De verdad, necesitamos más?
Si sus canciones son las de su disco Picture, auto-todo (póngase en todo lo que se le ocurra) por él mismo, o del anterior Some soul songs, y las ajenas no otra cosa que un viaje por Tony Sheridan, Johnny Kidd & The Pirates, Paul McCartney (deliciosa Man we was lonely), Carl Perkins, Buddy Holly, The Beatles, Elvis Presley, Eddie Cochran, The Doors, Nancy Sinatra (invitando a Rubia a cantar con ellos These boots are made for walkin') o el Suspicious mind que te piden del público, nos vale, vaya si nos vale.
Sin otra pretensión. Con contundencia y sabiendo lo que tienen entre manos.
Just rockin’ tonight.
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