Los Mambo Jambo The hot guindillas!

*Autor: Jaime G. López "Desperdicios"

Esta nueva crónica para el Río surge de un modo un tanto peculiar. Cuando en el trajín provocado por el fin de año (el real, no el Maya), mi querido editor me inquirió sobre los mejores discos nacionales de este finiquitado 2012, no dudé en incluir Los Mambo Jambo entre lo mejor de la cosecha anual. (...)


Esta selección en concreto provocó como respuesta un listillo, ese disco no ha sido reseñado, acompañado de un ya me estás haciendo una reseña del grupo para inicio del nuevo año. Así que aquí estoy, trabajando contrarreloj y en mis mejores marcas. No será la primera vez que un artículo nos priva de sueño, bien es sabido este hábito particular y qué le vamos a hacer… si el rock’n’roll es una enfermedad que una vez contraída no se cura.

Y de eso les venimos a hablar, de rock’n’roll instrumental para más señas y en lustroso sonido jambo-fónico. Han oído hablar de ello? No? Pues te lo explicamos.

Los Mambo Jambo están liderados por dos veteranos de la escena nacional. Bueno, alguno, aunque no se le note, más que otro. A un lado del cuadrilátero y con el saxo tenor colgado a su cuello nos encontramos con el pelirrojo y canalla Dani Ne.lo. Con 17 años y un apellido de ascendencia canadiense, o eso decía él, se enroló en unos pujantes Rebeldes que venían de asombrar al personal, modernos incluidos, en formato trío en la primera de sus enésimas transformaciones. Dani era el más joven y sirvió junto a Moisés Sorolla y Carlos Segarra durante los años comercialmente más interesantes del combo. Su saxo está asociado a los más conocidos temas de la histórica formación. Hasta que en 1997 abandona el grupo para editar bajo el nombre de Ne.lo y La Banda del Zoco sendos álbumes en los dos años siguientes. La propuesta no podía ser más diametralmente opuesta: bajo un timbre vocal muy característico, Ne.lo mezclaba ritmos arrabaleros con sonidos del barrio y el manto sonoro de su saxo junto a las teclas de Jorge Rebenaque. El proyecto no despegó, aunque curiosamente no es infrecuente encontrar ecos del mismo en los últimos trabajos de Bunbury, quien cuenta hace tiempo ya con el apoyo de Rebenaque en su banda. Finiquitada esta formación, Dani Ne.lo ha intervenido en diferentes proyectos, como el rhythm’n’bluesero Tandoori Le Noir o a su propio nombre y enfocados al jazz y al swing.

Por su parte, Mario Cobo es un espléndido guitarrista barcelonés de rock’n’roll y rockabilly, posiblemente el mejor del género en este país, que lidera desde 1996 la banda Nu Niles, con la que ha conseguido girar a ambos lados del Atlántico y en los principales festivales del género. No es de extrañar que en esas ocasiones su dominio de la guitarra llamara la atención de artistas norteamericanos como por ejemplo Kim Lenz, con quien ha tocado en sus giras nacionales y en cuyo grupo, Los Jaguars, acabaría integrándose temporalmente para girar también por US, como dejó constancia en magnífico artículo para el Ruta 66.

Y es en estas idas y venidas de músicos norteamericanos con necesidad de backing band cuando Nick Curran visita nuestro país en 2009 y necesita no sólo una banda solvente que domine las suertes del rock’n’roll, sino también un buen saxo tenor en la mejor tradición de aquellos músicos que en la primera generación dotaron de color aquellas grabaciones, erigiéndose en instrumento solista incluso por encima de aquél que estaba llamado a ser el instrumento por antonomasia del rock, la guitarra. A estas alturas de la historia ya se imaginarán dónde se oficializó la relación que de forma puntual había tenido ya lugar en jams de la ciudad de Barcelona, no? Basta ver en Youtube cualquiera de los vídeos que recoge esta gira no sólo para darse cuenta de lo que se ha perdido con la desaparición de uno de los talentos más vibrantes de su generación, sino la fuerza que Mario y su grupo, por un lado, y el saxo de Dani por otro, aportaban a los flamantes temas de Curran.

Es entonces cuando Dani Ne.lo y Mario Cobo juntan fuerzas y junto al contrabajista de Nu Niles, el serbio Ivan Kovacevic, y el sueco Anton Jarl a la batería forman Los Mambo Jambo, una formación instrumental donde se condensan todas las músicas que dominan, el swing, el rhythm & blues, el surf, el rock and roll y rockabilly primigenio en una arrebatadora mezcla que deja sin respiración desde su primera escucha.

En este terminado 2012 nos llegaba su primer larga duración bajo el título de Los Mambo Jambo (Buenritmo).

La coctelera lleva los ingredientes ya comentados, todo ello bien salpimentado de cierto sabor latino y fronterizo. Vibrantes y afiladas guitarras junto con arrebatadores saxos soplados con el arte de aquellos pioneros negros y blancos que crearon esa música híbrida y mestiza que es el rock and roll. Hay veces que podemos escuchar los ecos de los Champs, los Ventures, el swing de Django o el Setzer más instrumental, juntados con Pérez Prado. Y es que al mismísimo director de orquesta cubano deben su bautismo, ya que Mambo Jambo es el nombre con el que se conoce de forma alternativa uno de sus mayores éxitos, Qué rico el mambo.

A lo largo del mismo y en vinilo naranja a juego con su portada se suceden los temas con títulos tan insinuantes como El timo, Hot Guindillas, La rubia de la curva o Flamin’ hips. Tienen la virtud de darte la sensación, no del todo habitual en un disco instrumental, de saber a poco. Cuando la aguja recorre el último surco te quedas mirando al plato preguntándote ha acabado esto ya? He dado ya la vuelta al disco?

Cuentan los afortunados que les han visto en directo que la cosa es aún bastante mejor que enlatada. No lo dudamos, si por separado lo son, en conjunto no cabe duda. Lástima que su última visita a la ciudad coincidiera con bolo de la banda The Hustlers… tuve que elegir y aún me arrepiento de habérmelos perdido!

Autor del texto: Jaime G. López "Desperdicios"

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