martes, 12 de marzo de 2013

Jacco Gardner
Cabinet of Curiosities (Trouble in Mind / Bertus, 2013)
De viaje en el tiempo


La música sigue deparando estas sorpresas. Un niñato (y no está dicho en modo despectivo, sino con pura envidia generacional) de 24 años, que se encierra en su propio estudio construido en su casa, en su natal Holanda, y él solito se marca uno de los discos más deslumbrantes de los últimos meses. Así dicen que se gestan los pequeños geniecillos. (...)


Y tampoco nos apresuremos. Saber si Jacco Gardner es un geniecillo seguramente es aún prematuro. Pero vamos, que comienza a caminar por la senda marcada por otros anteriores, que si bien no tuvieron un reconocimiento masivo en su momento, el tiempo les ha situado en el olimpo que merecen. Olimpo en este caso psíquicamente desquiciante, pero lugar de culto sin duda.

Y posiblemente, lo sorprendente del holandés Jacco Gardner no sólo sea su edad, sino que a esos 24 años posea su propio estudio casero, The Shadow Shoppe Studio, que sea productor, que se encierre en él sin más ayuda que Jos Van Tol en las baterías y Jan Audier en los controles (quien ya trabajó en los 60 con gente como Golden Earring o Q 65), y que se encargue él de todos los instrumentos, de las voces, de los coros, en un disco no precisamente austero. Las orquestaciones pop son marca del mismo, y el uso de clavicordios, clavicémbalos y mellotron, de flautas, de teclados y sintetizadores planeadores pero órgánicos remiten irremisiblemente a ese folk psicodélico de finales de los 60 y principios de los 70, a esos nombres que dejábamos intuir en la introducción. Porque si hablamos de Jacco Gardner no hay crónica que no incluya el nombre de Syd Barrett y las referencias a The Piper at The Gates of Dawn o su siempre hipnótico The Madcap Laughs. Pero siempre podremos avalar también el barroquismo pop de Zombies, de The Left Banke o los sonidos que en Canterbury exploraba el ahora llorado Kevin Ayers, entre muchos otros.

De todo ello está bien alimentado este Cabinet of Cusiosities, y de esos pasajes entre oníricos y reflexivos, esos mundos interiores poblados por sombrereros locos en la senda de Carroll y ese amor por el ecologismo entendido como defensa a ultranza de la madre naturaleza. Una psicodelia que empieza a aparecer de manera habitual en reseñas de los últimos años, tal vez porque vivimos épocas en las que la disociación mental sea acaso la última escapatoria personal ante un mundo que detestamos.

Sí, no vamos a negar todo el ambiente retro de un disco que bien podría haber sido editado en pleno 1970, pero que habiéndolo sido en 2013 no pierde un ápice de actualidad, tanto temática como musical. Porque Gardner sabe tocar la varita de la melodía para conferir a las canciones de ese núcleo pop que las hace grandes. Ya conocíamos ese inicio espectacular, Clear the air, y esta delicia es apuntalada por la bella elegía de The One Eyed King, o las nostálgicas voces que entonan Lullaby o Help me out, entre el folk más desnudo de Where will you go y Watching the moon. Y todo ello cerrado con el viaje en el tiempo que supone ese precioso epílogo de The ballad of Little Jane.

Aún es muy pronto y no deja de ser una majadería inalcanzable hablar de un nuevo Barrett. Pero que Jacco Gardner deja con un más que excelente sabor de boca a quienes siempre hemos querido a aquellos locos bardos, es incuestionable.

Y todo esto podremos comprobarlo durante su próxima gira en Abril:
+ 12/04 - Miranda de Ebro (Festival Ebroclub)
+ 13/04 - Hondarribia (Psilocybe)
+ 14/04 - Madrid (La Boite)
+ 15/04 - Barcelona (Apolo)

Suena la corriente: "Clear the air" - Jacco Gardner



No hay comentarios:

Publicar un comentario