Los Brazos Kanaia Aratxu, Romo (09/03/2013) Hablando de rock'n'roll

A ver. Uno corre el peligro de repetirse. Y seamos sinceros, en la mayoría de las ocasiones no es un peligro, sino un hecho constatado. Juntar letras sobre música casi a diario, y escuchar canciones y acordes (sin casi) al minuto hace que tus referencias, tus gustos, tus deseos y anhelos se repitan una y otra vez, y lo vuelcas sobre textos que parecen dos gotas de agua. Iguales a simple vista, sí, pero completamente diferentes si lo ves al microscopio. (...)

Y más de una vez, y de cien, hemos hablado en el Río sobre la esencia del rock’n’roll en directo. Con la grandilocuencia que nos caracteriza, hablamos de esencias, de la naturaleza de las cosas, y pontificamos sobre aromas de guitarras, salvajes o no, sobre sudor y cerveza, sobre escenarios grandes o pequeños, sobre sentimientos musicales que cada uno lleva tatuados en los centímetros cuadrados de piel que estime oportunos dedicar a tan subjetivo menester. Pero es que cada uno entendemos la música como queremos, porque en la mayoría de las ocasiones no es algo cerebral, es algo que interpela directamente al corazón y a los genitales. Y es de ahí de donde nacen esos sentimientos. No, la música no puede ser objetiva, y aquí siempre lo hemos defendido.

Porque si un sábado noche te largas a un garito, de esos que exuda rock por sus viejas paredes, te vas a ver a tres tipos que también saben que la música no es objetiva, que nace de las entrañas, y la casquería tiene difícil contención, te tomas unos tragos, sudas un rato, y ya cada uno atiende a sus vicios posteriores, apelas a un sentimiento que no entiende del tamaño del escenario. Los Brazos saben de esto, tres tipos que trituran el blues con aparato eléctrico, que hablan de ese blues y ritmo, de ese rock’n’roll, como lo entendían gente como Alvin Lee. Una música perfecta para recordar durante más de una hora a quien nos acaba de dejar.

William Gutiérrez, Koki Chamorro y Txemi Gandara toman el nombre del Broke down on The Brazos de Gov’t Mule y dejan así claras sus intenciones. Graban un primer disco, de nombre Delay - 10 classic tracks, y no caben discusiones ni especulaciones. Y en directo se zampan una sesión de ritmo y blues de las de antes, de las de tugurio, de las que sopesan del Big Legged Woman al Superstition, del Baby Please Don’t Go al Rollin’ & Tumblin’, del Soul Singing al Mystery Train, y trituran a Freddie King, al Wonder, a los Cuervos, a Canned Heat, a los Stray Cats, siempre con Stevie Ray Vaughan en la memoria, y ya puestos, se meriendan el Whole Lotta Love y el Free Bird, y lo hacen como si fueran suyas, mezcladas con las suyas propias, y sabes que sí, que hablamos de entrañas, de genitales, de corazón.

Vamos, que hablamos de rock’n’roll.

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Suena la corriente: "Rollin' & Tumblin'" - Los Brazos