
Hay discos que suponen la confirmación de un artista, o la reafirmación de una carrera más que interesante, hay discos que nos hacen bordear el abismo o indican un patinazo o el inicio del descenso. Cada rodaja tiene sus cuentas y cuentos propios. Esperamos a principio de año los anunciados regresos o las trayectorias en pleno apogeo. (...)
Y luego, siempre están las sorpresas inesperadas. Los descubrimientos, esa gente que sin parafernalias promocionales, va creciendo con el boca a boca, con la recomendación de quién tú ya sabes que disfruta de un gusto que puede saciar el tuyo. Y así llegamos a Matthew E. White y su disco Big Inner. Un trabajo que nació a mediados del año pasado, que comenzó a saltar de oído en oído, de recomendación en recomendación, de alabanza crítica en alabanza, comenzando en pequeños círculos y que, sin realmente salir de éstos, ha sido en 2013 cuando ha dado el salto fuera de su Virginia natal. Y bendito boca a boca, que nos permite enfrentarnos a una caricia de esas que van tan directas a la médula espinal del oyente que causa la inquietud propia del vértigo.

Porque estamos hablando del estilo Newman, estamos hablando de gospel y soul, estamos hablando de Nueva Orleans, de finas líneas estilísticas propias del sur de Estados Unidos, del tropicalismo mágico brasileño que deslumbró los años 60, y al mismo tiempo no hablamos de nada de eso. Entre referencias a amores vividos en presente y en pasado, a procesos y búsquedas de salvación, Matthew E. White entrega perla tras perla, en sucesión continua. Comenzando con el lánguido One of these days que supone un inigualable prólogo y terminando con la sinfonía soul de Brazos, uno se deja atrapar entre el funk cósmico de Big love, el sueño melódico de Will you love me, el murmullo a golpe de violines de Gone away, el baile con un pie en Nola y otro en Río de Steady pace y la línea ascendente y quebradiza de Hot Toddies entre resonancias tribales.
Una obra, Big Inner, de esas que cuando te preguntan a qué suena, sólo puedes tratar de explicarlo, con la seguridad de que no vas a conseguir transmitir su esencia.
Una obra de esas que cuando te preguntan sólo deberías responder: escúchala.
Suena la corriente: "One of these days" - Matthew E. White
Suena la corriente: "One of these days" - Matthew E. White
De fábula , un discazo que pide y requiere escucha atenta , de verdad que estoy impresionado y hechizado con los arreglos , las canciones y la voz de Matthew ; suscribo tus palabras , es un disco indefinible , quizá por eso mismo , porque nos coge a contrapié y sin explicación posible nos gusta más ; exquisito , se escuche como se escuche .
ResponderEliminarSaludos, feliz fin de semana .
Lo describes bien: hechizo, indefinible, exquisito...
EliminarAsí es.
Un abrazo