lunes, 15 de abril de 2013

The James Hunter Six
Kafe Antzokia, Bilbao (11/04/2013)
Remontando minuto a minuto


El británico James Hunter ha decidido firmar su último y excelente (una vez más) disco, Minute by minute, por primera vez como The James Hunter Six, en reconocimiento a la banda que le acompaña y da cuerpo a sus canciones. Y no podemos estar más de acuerdo cuando esa banda consigue arroparle un día en que la voz no estaba en su mejor estado de forma. Pero eso no importa mucho cuando hay música de varios quilates sobre el escenario. (...)


Y eso que Hunter comenzó en exceso acelerado (dejémoslo así), o tal vez fuera que servidor estaba en exceso calmado. Sea como fuere, el buen artista es el que sabe remontar y atrapar a todos aquéllos que andan dispersos, y consigue llevar a su terreno al show y al público. Y tras ese inicio que, a pesar de su jovialidad, se nos antojaba lejano, consiguió alcanzar la magia que intuimos en unas canciones que son algo más que un simple ejercicio de estilo.

Y es que los años de trovador en garitos londinenses desde mediados de los 80 tienen que dejar su poso. Aquél que hizo que el propio Van Morrison lo señalara con su dedo altanero y se prestara a aportar su voz en el debut de Hunter bajo su propio nombre, …Believe what I say. Y hasta hoy, ya asentado y arropado por esa banda donde los teclados contrapunteaban sus escasos ejercicios de guitarra hasta bien mediado el show, y unos vientos, saxo tenor y barítono, daban empaque, fuste y volumen a unas canciones que van directamente a la médula central, al origen del nacimiento de una música eterna. Porque más allá de esas fáciles etiquetas que lo nominan como retro, James Hunter agarra el soul y el r&b donde nacieron, uniéndolos al mismo corazón del rock’n’roll. Cuando ya lanzado y remontado el concierto se pone a maltratar (en el mejor sentido posible del término) su guitarra, con ampli prestado y sonido sucio que encajaba a las mil maravillas, es cuando, como con tino apuntaba nuestro colaborador “Desperdicios”, bulle por el escenario el espíritu del propio Eddie Cochran. Y es entonces cuando ya no hay marcha atrás.

Y da igual que las canciones de Minute by minute suden entre otros clásicos suyos o de más allá (fantástico Baby don’t do it), porque una vez más vuelven a tenerlo. Ese feeling, ese groove. Y esa manera tan especial que aportan los ingleses para dotar a estas músicas clásicamente negras del sabor del ska y el calypso. Y así, una maravilla como Carina, coge su tempo y no lo suelta.

Lo que parecía apuntar a faena de aliño remontó y terminó en arrebato de pub humeante (lo del humo, simple metáfora, desgraciadamente). Y eso es parte del trabajo del currante del soul.

Suena la corriente: "One way love" - The James Hunter Six



2 comentarios:

  1. ¡Muy bien explicado eso de "agarra el soul y el r&b donde nacieron, uniéndolos al mismo corazón del rock’n’roll"!
    Escuché su entrevista en "El Sótano" de Radio 3 y me pareció un músico como la copa de un pino, con las ideas muy claras y con una gran personalidad y honestidad, totalmente al margen de las modas. Lo más sorprendente y meritorio de James es que un tipo blanco e inglés comenzase a hacer esta música a principios de los 80 y no ha parado desde entonces ¡¡¡Manteniendo los mismos músicos en su magnífica banda durante 20 años!!! Señal inequívoca de que es un buen tío, muy sencillo y nada divo. La primera vez que lo escuché estaba convencido de que era negro ¡Me quito el sombrero ante él!
    ¡Felicidades por el artículo y por haberlo visto y escuchado en directo!

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    1. Si es que, querido Mad, la negritud es un concepto más allá de la pigmentación de la piel, estoy convencido.
      Pena que no estuvieras por aquí...

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