Crudo Pimento Volutas de humo, habano por supuesto

Cuando a lo tonto vuelves a enfrentarte a hospitales (de nuevo nada grave, esperemos), a pasillos asépticos, a batas blancas, a lenguajes crípticos e incomprensibles, vuelves a pensar, yo sólo quiero escuchar una buena canción y fumarme un puro. (...)

Porque somos de los que consideramos que el humo de un habano es algo más que virutas de la hoja del placer, es envolverte en la esencia de una pasión (como pasión es el rock’n’roll). Paseamos Cuba hace tiempo, y ya lo contamos.

Por eso, y por otras coincidencias, esperamos el por fin anunciado trabajo físico de Crudo Pimento. Porque saben amalgamar influencias que van del blues del Delta, crudo y poco hecho, sangrante, a la sinrazón fronteriza del que las cruza porque no duda que son simples creaciones de la peor parte del ser humano. Porque las fronteras están hechas para ser saltadas y, ya puestos, quemadas.

Sí, del blues del Delta deconstruido, minimalista, al son cubano, o al son jarocho, con paradas en el calypso, en el mento jamaicano, en la cumbia colombiana o panameña o sin nombre, en toda música que lleve en su médula el sentido primitivo del ser humano. Eso que a nosotros nos gusta.

Y ese que a los murcianos Crudo Pimento les alimenta. Raúl Frutos e Inma Gómez saben sacar jugo de lo picante, y así proponer una de las sonoridades más ilusionantes de los últimos tiempos. De momento, podemos escucharles en su Bandcamp, pero nos han prometido que en un par de meses les tendremos en físico. Y seguirán con esas interconexiones que les enlazan con Guadalupe Plata, pero un paso más acá, tres fronteras más allá.

Porque cuando los sonidos son hipnóticos, cuando te encuentras guturalizando palabras como estos seres saben hacer, entiendes que esa música son las volutas de humo que quieres te rodeen.

Siempre.

Un habano y un Crudo Pimento.

Suena la corriente: "Estanco fight" - Crudo Pimento