Una historia de ésas que nos apasionan. Y si alguien leyendo el título de la entrada piensa que estamos tan locos como para hacer un repaso pormenorizado a la carrera de Billy Childish, es que nos conoce más bien poco. Qué más nos gustaría a nosotros que así, como quien no quiere la cosa, fuéramos capaces de enfrentarnos a una trayectoria como la del majara de Childish. (...)
Pero nos es imposible establecer cuántos discos ha llegado a grabar. La lista de nombres bajo los que lo ha hecho también es excesivamente prolífica. En su tiempo, disfrutamos (y lo seguimos haciendo) de rodajas de Thee Milkshakes, Thee Mighty Caesars y Thee Headcoats. Ese aquí te pillo aquí te mato musical, ese grabar lo que sale del cuerpo a la primera, en una hora de estudio haber conseguido tener preparado para su publicación un disco completo, en un día ser capaz de igualar numéricamente la discografía de toda una vida de cualquier otro artista. Sí, el bueno de Childish elevó a suprema filosofía eso del lo-fi con el que en ocasiones adjetivamos, buscando el lucimiento, a jovencitos de tres al cuarto.
Él ha llevado al garage, al punk, al surf, al folk, al rock’n’roll, a la música más marginal, hacia la pura esencia, ésa que solo necesita motivación para agarrar un instrumento y ponerte a tocarlo. Eso con lo que muchos soñamos, la nada de la impostura, el todo del amateurismo entendido como vida. Y vida profesional. Pero Childish es también pintor, poeta, artista en todas sus acepciones, creador de movimientos como The British Art Resistance, un tocapelotas en toda regla. Un tocapelotas de lo establecido. Un tocapelotas adorable. Que ahí sigue dando guerra, principalmente ahora como Wild Billy Childish and CTMF.
En aquellos años 80-90 se hablaba y se escribía mucho más de él. Hoy, apenas encuentras algo. Pero si viviera, podríamos preguntar a Kurt Cobain quién era Billy Childish. Como vive, podemos hacerlo con Jack White. Yo solo sé que si en cualquier tienda de discos encuentro algo de Childish, rodaja que se va a la saca.
Louis Riel es alguien completamente distinto. O no tanto. Nacido en 1844 en lo que hoy es Manitoba, Canada, fue un tocapelotas de su época. Organizó varias rebeliones contra el gobierno en defensa de los territorios y derechos de las tribus étnicas, principalmente los métis, a los que pertenecía. Los métis era un pueblo mixto, con sangre indígena y europea, establecido en el Asentamiento Red River (vamos captando mi fascinación por la historia?). La Rebelión de Red River supuso el primer intento de los métis por mantener su territorio ante la colonización instigada por el gobierno central. Tras la rebelión, Louis Riel negoció la entrada del territorio Red River como parte de Canadá, lo que hoy es Manitoba. Pero fue obligado a marchar al exilio. Posteriormente volvió y lideró otra resistencia, la rebelión de Saskatchewan, tras la que Riel fue hecho prisionero y ejecutado en 1885.
Aún hoy, es visto como ejemplo de resistencia, admirado por la población indígena y francófona canadiense (parte de la sangre de los métis), aunque continúa teniendo la consideración de traidor a la patria para la gran mayoría anglófona.
Billy Childish no es el único músico que alguna vez ha homenajeado a Louis Riel (Elliott Brood lo hicieron en su disco Ambassador, Texas Tornados le dedicaron una canción a su nombre). Pero lo hizo en 1992 de una manera hipnótica, a la suya, fusionando la idea rebelde de Riel (aprovechando su similitud fonética) con el eterno Louie Louie de Richard Berry, uno de los himnos garagísticos por excelencia.
Con Thee Headcoats, de manera más ortodoxa, más cercana a la versión de The Kingsmen (también versionada por el trasunto femenino de aquéllos, Thee Headcoatees, con Holly Golightly a la cabeza).
Como Billy Childish & The Blackhands, llevando la canción a su esencia folk.
Pero ambas, con su manera personal de ser y hacer.
Recuerda, Louie Louie es Louis Riel.
Suena la corriente: "Louis Riel" - Thee Headcoats
Suena la corriente: "Louis Riel" - Thee Headcoats
Suena la corriente: "Louis Riel" - Billy Childish & The Blackhands
Cómo me ha gustado la de Billy Childish & The Blackhands, my friend, tan rústica y primaria.
ResponderEliminarSi señor, Johnny, primario lo es un rato el señor Childish...
EliminarPoniendo los puntos sobre las "íes", si señor, no podía ser de otra forma!
ResponderEliminarYa conoces al amigo Billy, de los que no suele callarse, literalmente...
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