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lunes, 16 de septiembre de 2013

Meido / Camille / Gimnástica
Concurso Villa de Bilbao, Bilborock (13/09/2013)
La música es el idioma


Superada ya la época de la elección lingüística como propuesta conceptual de un grupo, el idioma en el que se expresan es algo que pasa a un segundo plano, y en todo caso, adaptable al estilo musical en el que se mueven. Los bilbaínos Meido cantan todo en euskera, como opción lingüística, tal vez por la tradición del noise hecho en Euskadi. Los zaragozanos Camille cantan en castellano, inglés y con gran presencia del aragonés, "eso del Lapao es un nuevo invento", pero admiten que cada canción sale en el idioma que ella desea. (...)


Y los alicantinos Gimnástica utilizan el castellano como flujo en el que están más a gusto, "además de no imaginarnos a Juanma cantando en inglés".

Sea como fuere, Meido reconocen que "la voz es algo secundario a la hora de componer, no tiene el protagonismo que tiene en otros grupos". Y queda claro cuando lo más atractivo de su presencia en directo es el desarrollo instrumental en composiciones largas, intensas, ruidistas, como Boxeo izarrak, con introducción radiofónica grabada de un combate americano. Dan relevancia a la estructura de la canción, dejando letra y voz para cuando todo está ya encaminado. Sin sentirse especialmente cómodos en la etiqueta hardcore, lo único que tienen claro es "que no hacemos metal. No es pop, no es metal, pero de hecho no sabíamos tampoco en qué apartado nos habían incluido en el concurso". Se mueven en lo que ellos denominan con sorna ritmo y ruido, "buscamos siempre un rollo rítmico y luego el ruido viene después, en diferentes capas y sonoridades, con disonancias". Es esa disonancia asonante la que fluye entre constantes cambios de ritmo, que les lleva incluso a controlar el juego de luces durante el concierto. O mejor dicho, el no juego de luces: "es para encontrar el ambiente más parecido al local, una luz constante, no nos gusta que haya muchos cambios con rollo discotequero, lo primero es de dentro a fuera, aunque tal vez para el espectador no sea tan espectacular, y en Bilborock las sensaciones son muy buenas". Tras más de ocho años de trabajo, con el sueño de ver su último disco, Double dragon, editado en vinilo, suenan crudos, compactos, como una bofetada noise pero que en cualquier momento remite a riffs clásicos del hard de hace cuatro décadas. Sus influencias vienen marcadas por los noventa, "si tenemos que quedarnos con dos grupos, que sean Shellac y Melvins, pero sin olvidar a Jesus Lizard, Lisabö…" Y por medio, como a su vez fuentes de éstos, uno no puede dejar de pensar en los caóticos ritmos de la No Wave o el desenfreno de Pussy Galore o el feedback de Sonic Youth.
Vídeo de la actuación de Meido

Camille era el nombre del último oso autóctono del Pirineo, al que dieron por muerto cuando estos zaragozanos comenzaban con la banda. "La connotación del oso con la música también pega, y reseña cómo la sociedad va hacia el exterminio de lo natural". De hecho, creen en el disco conceptual, como su último EP, Xuto, con el agua como tema central. "Hicimos una canción y la temática nos gustó, y la siguiente canción salió del mismo rollo, no solo en letras, sino que la música también fluye y repite conceptos e ideas". Primera vez que actúan fuera de Aragón, donde recientemente compartieron escenario con los franceses The Socks, a quienes pudimos ver en el último Azkena. Y tal vez con ellos compartan esa tendencia más hard, que les lleva a sonar en directo incluso cercanos en alguna ocasión a un rock urbano de alto octanaje, como en Dende o baxo, con algún ritmo programado a través de iPad, en contraposición con la escena stoner en la que se les suele incluir. "Nosotros lo llamamos sauna-core. Nació como una coña, tocando en el local a 50 grados, qué hacéis, rock, heavy, hardcore, ah, también hacéis stoner, vaya, no lo sabíamos, lo que hacemos es sauna-core. Nos vaciamos cada vez que tocamos". Especialistas en llegar a semifinales en varios concursos, entienden el Villa de Bilbao como la posibilidad de salir a tocar fuera de su ciudad, darse a conocer a otros públicos y promocionar su última grabación. Gente joven, directa y sudorosa.
Vídeo de la actuación de Camille

Tras las dos descargas de sonidos ásperos y gruesos como los anteriores, la propuesta de los alicantinos Gimnástica podía interpretarse como un desengrasante o bien pecar de meliflua. "Abandonamos el nombre de Inquiro más por un tema de cambio de concepto musical. Como aquéllos, habíamos realizado alguna performance vestidos de gimnastas, y a medida que grabábamos nuestro último disco, Paracaidismo, por el estilo que tomaba, muy bailable, el nombre de Gimnástica se impuso". Lo suyo es un pop saltarín, mucho más rápido y con menor presencia electrónica en directo que en el disco, y con aires comerciales. Pueden recordar a Artic Monkeys o Franz Ferdinand y también a pop español de neta raigambre juvenil. Y es esa comercialidad juvenil la que podría hacer de canciones como La gran evasión o Paracaidismo, ésta interpretada de manera mucho más enérgica que en la grabación, el próximo producto estrella en miles de cacharritos digitales. Disfrutan con lo que hacen, sin duda, "está todo complicado, pero lo que mueve todo son las ganas. Tal como está la cosa, tenemos manga ancha para el grupo, esta situación hace que sea el mejor momento para apostar por lo que quieres. Hay que seguir y aguantar como sea". Y no, no seremos nosotros los que digamos lo contrario.
Vídeo de la actuación de Gimnástica

Vídeos completos de las actuaciones, cortesía de StereoZona.com



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