Hay momentos de esos mágicos que tienen la virtud de ofrecer simples fuerzas para afrontar el resto de la semana. Saber que hay empujones capaces de ello hace que uno olvide la llegada definitiva del otoño. Y por más que nos repitamos, los encuentros que nos ofrece el Colegio de Abogados las más de las veces consiguen ese deseado efecto. Como un tipo con su guitarra y sus canciones, su simpatía y cercanía, un tipo nacido en Suecia y residente en Londres como Benjamin Folke Thomas. (...)
Un cantautor en el sentido más abierto del término, que abandonó su país natal y la banda de grunge en la que tocaba la batería con 19 años para buscar una fama que le permitiera volver y decir soy una estrella. Como bien dice él mismo, eso no pasó, pero pasó Too close to here, un disco (su tercer trabajo) grabado con un grupo de amigos en Gotemburgo y que ha publicado vía Bucketfull of Brains. Y que es una sabrosa delicia entre música de raíz americana, blues, folk y gotas aquí y allá de puro pop. Melodías pop que se cuelan en canciones como Bye Bye Baby (Bye Bye), la maravilla de Love somebody o la que lo abre, Someday, que recuerda, sí, por qué no, al primer disco de Dire Straits. Pero no nos equivoquemos, es su manera de tocar la guitarra, ese espléndido fingerpicking el que trae esa memoria, pero su voz y ambiente general corre por otros terrenos. Sí, los cercanos al Dylan combinando acústica y electricidad, pero también, y mucho, al añorado Warren Zevon, al que ya nombra en Bye Bye y al que tanto se acerca en espíritu. Y claro, a otro viejo granuja de bar como Townes Van Zandt.
Y ahí se presenta un martes por la tarde, como él mismo dice, llegando de tocar en un garito de Ponferrada, con murmullo y bebidas, a hacerlo en todo un Colegio de Abogados, con el silencio complacido de los asistentes. Y saludando personalmente a todos los que se van incorporando (y despidiendo a los que tienen que abandonar el set antes de tiempo) se dedica a regalar sus canciones, comenzando con el lamento folk de Extend no greeting, el aire acústico del Springsteen pre E Street Band de One more ride o esa delicia guitarrera de Hole in my heart, donde su instrumento transmuta su madera por el alma de un banjo.
Son canciones sin trampa, Barbera Allen remitiendo directamente a Townes, Blues for you buscando y encontrando el lloro del negro y Rhythm & Blues abandonando el escenario para cantarla sentado entre la gente y consiguiendo el inopinado momento de ser coreada por los presentes. Y envuelto en el humor de decir acto seguido que tampoco nos vengamos arriba por haber cantado, que en este show no va a haber stage-diving.
Ni falta que hace, con la joya mencionada de Love somebody o el impacto melódico de I’m alive, dos canciones que por sí solas merecerían muchas noches como ésta.
Aún quedan fechas para disfrutarlo:
+ 31/10 - Aguilar de Campoo (El Perro de San Roque)
+ 01/11 - Aldea de San Miguel (Bar Cuco)
+ 02/11 - Valladolid (Teatro Zorrilla)
Suena la corriente: "I'm Alive" - Benjamin Folke Thomas
Aún quedan fechas para disfrutarlo:
+ 31/10 - Aguilar de Campoo (El Perro de San Roque)
+ 01/11 - Aldea de San Miguel (Bar Cuco)
+ 02/11 - Valladolid (Teatro Zorrilla)
Suena la corriente: "I'm Alive" - Benjamin Folke Thomas
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