J. Teixi Band Grandes Huesos Negros (Warner, 2013) El sino del currante

El sino del currante. Aquél que no ocupa espacio en los medios generalistas, ni programas monográficos de radio, ni cabecerías en festivales veraniegos de postín, aquél que no es recibido en loor de multitudes por la modernez, y, en muchos casos, ni siquiera por la adultez. Pero que siempre encuentra acogida en los oídos de un cierto público más que fiel. (...)

Y es este público fiel el que sigue en la brecha y no exclusivamente por lealtad. Sino principalmente porque ese músico currante sigue sin defraudarle, entregando trabajos que integran todas aquellas emociones que el rock es capaz de transmitir. Este año tenemos más de un disco que cumple todos estos requisitos. Por ahí están Burning, Doctor Divago o Lapido. Y por aquí está de nuevo Javier Teixidor al frente de su J. Teixi Band. Todos los que vivimos en el centro del cotarro aquéllo que ocurrió en Madrid en los 80 no entenderíamos mucho de lo pasado sin gente como Teixi, aunque quedara relegado en los supuestos libros que tratan aquella historia. Desde sus Mermelada primero, desde las diferentes bandas que le han acompañado desde entonces, siempre ha llevado la bandera de la negritud musical, esa que envuelve su rock en todo lo que suene o huela o sepa a rhythm & blues, a boogie, a soul, a la energía de un Wilko Johnson que se nos va (siempre les he visto como nuestros Dr. Feelgood, nuestra versión castiza del pub-rock), canciones mayúsculas, ya sean propias o de otros grandes menores o mayores. Y debería resultar casi insultante para otros músicos verle de vuelta con canciones como soles, con sustancia, con la esencia de la melodía, con el sabor de la calle, con el virus tan poco extendido de la honestidad.

Con una banda ya asentada que además ocupan al 50 % quienes fueron miembros de aquellos Los Elegantes con los que Teixi tanto tuvo que ver desde el principio. Unos Los Elegantes que deberían ser mucho más reivindicados, que en la época del Chicarrón al frente fueron abrazados por la comuna mod, que hicieron suyas tantas canciones de otros, que vivieron una ejemplar derivación hacia el rock de raíz americana (aún les recuerdo en una de las mejores versiones en directo que he escuchado nunca del Knocking on heaven’s door, mientras parte de la peña les seguía reclamando un Toma Anfetas, su turgente visión del Too much pressure de The Selecter, que ellos ya habían dejado atrás hacía tiempo). Así que ahí están Emilio Galiacho y Carlos Hens, con la participación puntual de Juanma Elegente, con esa guitarra haciendo honor a su nombre. Y acompañando al propio Teixi y su eterno Daniel Montemayor por ahí aparecen Ñaco Goñi o Ramón Arroyo, y nada sorprende, porque todos ellos comparten la misma fuente, el mismo virus.

Grandes Huesos Negros no olvida sus deudas, como ese Jole Blon sacado directamente de la versión que realizaban Springsteen y Gary U.S. Bonds o esa castellanización sin mácula del (What’s so funny ‘bout) Peace, love and understanding? de Lowe que es Es el momento. Suenan puramente negros en Go-win, en los toques soul-funk de Mágico adiós, en el cabaret blues de ¿Dónde está? o el honky-tonk con alma a Nueva Orleans del título del disco. Remiten sin miedo a Burning en la mentada Jole Blon (la podemos imaginar en la voz de Johnny en cualquier momento) y en En el sur de la ciudad, se ponen ropajes callejeros en Las ratas y yo, un boogie-rock de los de antes, o íntimos en Hotel perdido, una deliciosa balada. Y crean en Cuando la fe se va uno de esos riffs que no eres capaz de sacarte de la cabeza en mucho tiempo.

Sí, J. Teixi Band serán el ejemplo del sino del currante, y el placer continuo del oyente.

* Puedes comprar su disco a través de la web de J. Teixi Band

Suena la corriente: "Jole Blon" - J. Teixi Band