Estas cosas tiene la vida. Están los madrileños The Parrots sobre un escenario de Bilbao dando un estupendo bolo como parte de los showcases del BIME, cuando la gente que les lleva (Ground Control / Intromusica), buenos amigos nuestros, se acercan al grupo en la tercera canción y les dicen que acaba de confirmarse su participación en el SXSW 2014 en Austin. Nadie más se entera en la sala, y The Parrots siguen a lo suyo, con una sonrisa de oreja a oreja. (...)
Así que por tierras americanas se codearán con los Black Lips, entre otros, ahora que el festival acaba de anunciar sus primeras confirmaciones. Y a fe que se divertirán y acercarán la diversión a todos los que se muevan a verles. Porque esa es una de sus premisas, refrescar la agonía a base de riffs, descaro y música desengrasante.
Diego en las guitarras y voces, Alex al bajo y Dani a los tambores saben lo que se traen entre manos. Que no es otra cosa que poner sobre unas tablas aquellos ritmos entre los que se sienten felices, del garage con un pie en el lo-fi y otro en el sixties beat a los sonidos del instro-surf fagocitados por una voz desgarrada e hiriente, o ese power-pop de melodía y coro saltarín. Sí, se codearán con unos Black Lips con los que tienen muchas cosas en común, como las pueden tener con los Strange Boys tras encerrarlos en una habitación y dedicarse a mineralizarlos y vitaminarlos. Porque aunque su grabación Aden Arabie pareciera atesorar más contención, en escena ponen la directa y su fuerza se acerca al arrebato. Esos paseos alocados entre el garage más ortodoxo en ocasiones y la tralla sónica del punk contienen la fuerza garrula tan necesaria para que esos ritmos tengan la consistencia que precisan. Y canciones como I did something wrong y Hello stranger tienen el poder combinado de todo ello.
No nos cansaremos de repetirlo, pero el favor que el llorado Jay Reatard y su aventajado alumno, hoy maestro, Ty Segall, están haciendo en la cabeza, las manos y las voces de cada vez más jóvenes es algo de agradecer. Nosotros lo hacemos.
Antes del atracón de anfetaminas de The Parrots, estuvo en el escenario Lucía Scansetti, madrileña de sabor entre el folk acústico y el de bases programadas, interesante cuando la melodía pop le acerca a la chanson francesa pero que nos resulta lejana cuando vadea los caminos de Lana del Rey. Y no es por ella, que tiene una gran voz.
Es por nosotros.
Es por nosotros.
Que somos igual de garrulos que The Parrots.
No hay comentarios:
Publicar un comentario