martes, 3 de diciembre de 2013

Superchunk
I Hate Music (Merge Records, 2013)
Recuperando la música


Ni Mac McCaughan ni yo mismo (somos casi coetáneos) tenemos vientipocos años. Qué más quisiéramos. Así que quedamos muy lejos de aquel inicio de década en los 90 que él abrió componiendo un excelente disco homónimo y yo escuchándolo en una Valencia a la que acababa de llegar. Los dos nos hemos tirado los siguientes 23 años con música en nuestras vidas. Y sin embargo, escuchar I hate music produce un cierto punto de pudor. Gratificante, pero pudor. (...)


Porque pareciera que seguimos en nuestros trece, casi sin movernos un ápice de los postulados entonces establecidos. Cabalgando ambos desbocados hacia la cincuentena, nos entretenemos en hacer y escuchar la música que nos gustaba en la veintena. Y por qué esto tiene que producir pudor? A ver, no hay gran diferencia entre lo sentido con este I hate music y lo sentido con el Researching the blues de Redd Kross, un disco que acude a mi cabeza cada vez que escucho lo nuevo de Superchunk. Y con los de California me importaba un huevo la edad cargada frente a la música sudada. Por qué me va a importar con el de los de Carolina del Norte.

Pues no sé, pero cuando lo reproduzco a todo trapo pienso que los vecinos menearán la cabeza despectivamente pensando joder, a su edad… Pero el pudor es gratificante. Sí, a mi edad, y a la de McCaughan, podemos seguir disfrutando con canciones como éstas. I hate music, what is it worth? Can’t bring anyone back to this earth… Lo cantan en la espléndida y llena de chicle power-pop Me & You & Jackie Mittoo. Y más allá del teclista de The Skatalites, intuyes que realmente está pensada en el artista y director de cine, amigo de la banda y fallecido de cáncer, a quien está dedicado el disco. No odiamos la música en sí, no odiamos su poder evocador, no odiamos que nos devuelva a 1990, odiamos que haya gente con la que entonces la compartíamos que ya no está, ciudades, motivos y sentimientos en los que entonces vivíamos que se desvanecieron, edades que nos quedaron muy atrás. 

Pero no pensemos que el disco rezuma reflexión nostálgica y oscura por los once surcos. No, amigos. Vale que recordamos al ritmo de unos acordes, vale que volvemos el cuello para mirar atrás, pero lo hacemos con canciones rudas, brutas, contundentes, y que contienen la suficiente melodía para pegarse como el chicle, para encontrarte cantándolas a las horas extemporáneas en que esos vecinos agitan sus cabezas. Porque estará el esputo puramente punk de Staying home, el soberbio inicio pausado de Overflows o el planeador aire que dan los teclados a What can we do, pero también tenemos la mencionada Me & You & Jackie Mittoo, la tan Dinosaur Jr Void, o las tres joyas seguidas de Out of the sun, Your theme y FOH, que producen pura adicción. Y no olvidar Trees of Barcelona, andanzas callejeras tras una actuación en el Primavera Sound.

No, ni McCaugahn ni la bajista Laura Ballance (ambos capitostes de Merge Records), ni las guitarras de Jim Wilbur ni los tambores de Jon Wurster odian la música. Ni mis orejas.
Pero tratamos de recuperarla como la recordamos.

Suena la corriente: "Me & You & Jackie Mittoo" - Superchunk



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